Luis Casimiro tuvo la valentía de aceptar la oferta de un equipo, el CB Gran Canaria, cuyos últimos entrenadores se acostumbraron prácticamente a superar todos los años lo logros cosechados durante el ejercicio anterior. Lejos de amedrentarse, como les pasó a otros candidatos al puesto este verano por considerarlo un arma de doble filo, a él no le temblaron las piernas al asumir este reto.

La tarea no resultará fácil, porque con Pedro Martínez, primero, y Aíto García Reneses, después, el club claretiano ha terminado por asentarse entre los importantes de la competición nacional y empieza a ganarse un prestigio a nivel continental después de sus grandes campañas en la Eurocup.

Martínez, en su segunda etapa en el conjunto grancanario (2009-2014), convirtió a la escuadra amarilla en una asidua de las fases finales de las torneos patrios, aunque faltó dar ese salto definitivo. Para asaltar ese último escalón, el Herbalife Gran Canaria apostó por contratar para el banquillo a unos de los grandes nombres del baloncesto español. Con la llegada de Aíto García Reneses, se buscaba ese salto de calidad para intentar optar a un título que inaugurase el palmarés de la entidad en la máxima categoría.

Con el veterano técnico madrileño, que llegaba a la Isla tras conseguir lo todo a nivel deportivo con el Joventut, Barcelona, Unicaja y con la selección española, en principio, era un valor seguro.

Y en la primera de las dos campañas en las que capitaneó al Granca, ya empezaron a llegar resultados sonados. El equipo amarillo se metía por primera vez en la historia en una gran final, en este caso la de la Eurocup, donde terminó cayendo ante el poderío del Khimki ruso.

Para rematar, en el ejercicio pasado, el Herbalife Gran Canaria continuó haciendo historia. De nuevo lograba otra gesta histórica para el club. Esta vez, en el marco de la Copa del Rey. Pero en A Coruña, después de eliminar al Valencia Basket en los cuartos y al Bilbao en las semifinales, tampoco pudo ser. El cuadro amarillo rozó la hazaña, poniendo en muchísimas dificultades al todopoderoso Real Madrid, que se llevó el trofeo. Además, se quedó a un solo punto de alcanzar su segunda final de la Eurocup consecutiva.