La agencia medidora de riesgo Standard & Poor's (S&P) rebajó hoy la perspectiva de la calificación del crédito soberano español de "estable" a "negativa", porque "aún no se han materializado" las acciones políticas "fuertes" para corregir los desequilibrios económicos y de las finanzas públicas de España.

En un comunicado, S&P precisa que España mantiene su calificación de "AA+" de crédito soberano a largo plazo y la calificación "A-1+" a corto plazo.

El cambio de la perspectiva, según S&P, obedece así al leve aumento del PIB previsto unido a los elevados déficit fiscales a medio plazo en comparación con los países de su entorno, dada la "ausencia" de políticas centradas en mejorar las expectativas de crecimiento en España.

Del mismo modo, la agencia cree que la economía española ha estado "sobrecalentándose" bastante tiempo antes de entrar en recesión, como prueba el "rápido" crecimiento del crédito y el "gran" déficit por cuenta corriente, que ha supuesto una media del 9,5% del PIB entre 2006 y 2008.

La agencia de medición de riesgo cree, además, que España sufrirá un deterioro "más pronunciado y persistente" en sus finanzas públicas, además de un periodo más prolongado de "debilidad económica" que el resto de países de su entorno.

S&P prevé que la deuda pública de España en 2010 alcanzará el 67% del PIB y que la economía española crecerá por debajo del 1% anual durante un "periodo prolongado", debido al elevado endeudamiento del sector privado, que supondrá el 177% del PIB en 2009, y al "inflexible" mercado laboral.

Además, augura que la presión deflacionista puede ser más "persistente" en España que en el resto de países de la zona del euro.

A juicio de S&P, los factores que dificultan la salida de la recesión en España son la "rigidez" del mercado laboral y productivo, la "debilidad" competitiva de la exportación y la "relativamente" cerrada naturaleza de la economía española.

Asimismo, recalca que el pasivo neto español con el exterior supone el 224% de sus ingresos por cuenta corriente, al mismo nivel que otros países con calificación inferior a España, como Portugal y Grecia.