No han pasado aún 24 horas desde que concluyó el Día de Reyes –y para felicidad de más de uno, la Navidad- y hubo a quien le costó conciliar el sueño la pasada noche pensando en qué gastar el dinero durante las rebajas de invierno que comenzaron esta mañana. Los empresarios repiten que en tiempos de crisis hay que optimizar el gasto e incrementar la productividad. Y qué mejor fórmula que comprar el doble por un precio menor.

Desde las 09:30 horas de esta mañana alrededor de 200 personas se agolpaban en los dos accesos principales de unos grandes almacenes situados en la Avenida Mesa y López. En el interior, los dependientes se preparaban para el aluvión de compras tan sólo 48 horas después de los empujones y las prisas de los ´Reyes Magos´ más rezagados, que esperaron hasta última hora el 5 de enero para zanjar las compras de esa noche "especial".

Sin embargo, la singularidad y el encanto de los regalos al pie del árbol de navidad y de los zapatos está dando paso a costumbres más prácticas y eficientes. Esperar un poco permite adquirir productos de confección, calzado electrónica o menaje del hogar hasta un 70 por ciento más barato. Por eso, este año, según muchos compradores, se ha popularizado aún más la costumbre de dejar dinero como regalo de Reyes, que luego cada cual puede gastar en aquello que le resulte más atractivo. Sin margen al error.

Por ejemplo, lencería femenina. Por curioso que pueda parecer, decenas de mujeres ávidas de ropa interior corrieron escaleras arriba en busca de la primera planta de los mismos almacenes de la capital grancanaria tan pronto se abrieron las puertas. Otros corrieron hacia la sección de ropa de hombre y otros a la parte de electrónica. Las previsiones de los comerciantes es que durante todo este primer día se registre un nivel de afluencia "muy bueno", ya que a los que van de rebajas se le unen aquellos que acuden a realizar cambios y devoluciones.

Y MUCHOS PICAN. José Manuel acudió a cambiar una prenda de ropa en la que Melchor erró a la hora de escoger la talla. Fue con esa idae, pero al final regresó con el cambio y una nueva camisa. La cartelería, la música… Un derroche de mensajes que orientan al comprador a caer en la tentación y volver a introducirse en el mundo de las bolsas cargadas y la tarjeta de crédito humeante. Un imagen que para algunos supone un pequeño ´regreso al pasado´, cuando compraban detalles para una Navidad que parece no querer terminar.