La rebaja de la factura energética de las empresas es un factor principal para el incremento de su competitividad. Navegando por esa ruta, el Gobierno de Canarias dio ayer luz verde al decreto que regula la implantación de plantas de aire propanado. En el caso de que varias empresas manifiesten su interés por situar proyectos de esta naturaleza en un mismo municipio, el tamaño que alcance la red en sus tres primeros años, es decir, la capacidad para llegar a un mayor número de clientes, será uno de los criterios de valoración más determinantes.
Este combustible abaratará los costes energéticos de las empresas isleñas en más de un 20%, según cálculos del propio Ejecutivo y el sector industrial. Ese abaratamiento, del que disfrutarán papeleras y cartoneras, ascenderá hasta el 30% en el caso del vidrio. Sirva el ejemplo de Vidrieras Canarias, que calcula en 2,5 millones de euros anuales el ahorro. Dicha cantidad repercutida convenientemente en los precios les permitirá tener acceso a una mayor cuota de mercado en el exterior.
La elaboración de productos alimentarios se beneficiaría de una rebaja aún mayor, de entre el 50% y el 60%, y el turismo también podrá aplicar esta tecnología "a la climatización, la cogeneración de electricidad (...) y el calentamiento de piscinas", según la nota hecha pública ayer por el Ejecutivo de Canarias. De hecho, desde el año 2007 son varios los hoteles que disponen de esta fuente de generación en el municipio tinerfeño de Adeje.
Otro de los parámetros que en mayor medida determinará la resolución de los concursos es la rapidez en la implantación. Cuanto antes se logre, antes se estará mejorando la calidad del aire en las Islas. "El uso del aire propanado tiene un impacto medioambiental positivo en relación a otros combustibles fósiles", reza el comunicado hecho público.
Además de la conveniencia de sustituir los combustibles más caros y sucios, la Ley de Hidrocarburos establece que hasta el momento en que pueda utilizarse el gas natural, "las empresas distribuidoras podrán efectuar el suministro de aire propanado por canalización". Precisamente la construcción de la regasificadora en Gran Canaria cuenta con la frontal oposición del Cabildo, mientras que la de Tenerife se paralizó tras una sentencia judicial que exige ampliar el alcance del estudio de impacto ambiental.
Disa, la empresa energética de la familia Carceller con sede en las Islas, aparece como una de las empresas mejor colocadas para acaparar la mayor parte de este negocio. El pasado verano la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia autorizó la compra de Gasificadora Regional Canaria, hasta entonces propiedad de Endesa y promotora del proyecto para la entrada en Telde del aire propanado.
Precisamente la pugna entre ambos gigantes de la energía en las Islas por instalarse en la localidad grancanaria es lo que llevó al Gobierno de Canarias a elaborar este decreto que regula la concesión de autorizaciones administrativas. y que ayer puso sobre la mesa el consejero de Industria, Pedro Ortega.
