El consumo de autogás como combustible alternativo a la gasolina y al gasoil vive una incipiente expansión en Canarias. Ya circulan por las carreteras de las Islas 525 vehículos que llenan sus depósitos con gas licuado del petróleo (GLP). Les van ganando la partida a los coches eléctricos, pues de momento hay apenas 25. Esta diferencia también se constata a nivel mundial, al circular 25 millones de vehículos con autogás y sólo un millón eléctricos. En Europa hay 15 millones con autogás y medio millón eléctricos. Y en España 40.077 vehículos se mueven con gas en comparación a los 324 que usan energía eléctrica liberada por baterías que alimentan el motor eléctrico.
La implantación del autogás en las Islas representa el 0,05% del parque móvil, que supera los 980.000 vehículos. No obstante, para el consejero delegado de DISA Gas, Energías Renovables y Gasificadora Regional Canaria, Santiago Rull, el autogás provocará "la segunda revolución energética" en el Archipiélago, ya que ayudará a cumplir los objetivos para la reducción de gases de efecto invernadero y, además, es un 50% más barato. Señaló que ésta es una solución energética "respetuosa con el medio ambiente y económica".
Así lo puso de manifiesto en el II Congreso Regional de Cremetal, organizado por la Confederación Regional de Empresarios del Metal (CREM), a la que pertenecen la Federación de Las Palmas (Femepa) y de Santa Cruz de Tenerife (Femete), a la que asistieron 200 personas de las compañías más representativas del tejido industrial isleño.
A la jornada, que continúa hoy con varias ponencias y una mesa redonda sobre el gas, acudieron el presidente nacional de Confemetal, Antonio Garamendi, y los presidentes de Femepa y Femete, Vicente Marrero y Alberto Villalobos.
Rull desmitificó el coche eléctrico como un vehículo ecológico en Canarias, donde sólo el 8% de la energía eléctrica que se genera procede de fuentes renovables. Detrás del enchufe que alimenta la batería del coche eléctrico hay centrales de generación que utilizan fuel y gasoil para producir electricidad, emitiendo "grandes" cantidades de CO2. "En Canarias el coche eléctrico, como instrumento para cumplir el objetivo fijado por la UE, es un camelo y es una irresponsabilidad política defenderlo", añadió.
DISA cuenta con surtidores de este combustible en ocho estaciones: tres en Tenerife, tres en Gran Canaria y dos en Lanzarote. En 2016 prevé duplicar su expansión y abrir mercado en Fuerteventura.
