Canarias tiene hoy 13.146 desempleados menos que hace un año. Por quinto año consecutivo, el Archipiélago mejora unos datos que tocaron el fondo más profundo de la mano de la crisis económica. Con todo, las Islas cerraron 2017 aún con 216.087 parados. Para la patronal, el comportamiento de la variable demuestra la necesidad de remover obstáculos para facilitar la inversión, mientras los sindicatos alertan de la escasa calidad de buena parte del empleo creado.
En medio de ambas posturas, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, estimó ayer que es posible la creación de más de 20.000 empleos a lo largo de este ejercicio para acercarse al récord histórico de ocupados -897.000- alcanzado en 2007. A pesar de ello, no se atrevió a garantizar que ese incremento del número de oportunidades laborales en las Islas se traduzca en un recorte de la tasa de desempleo; "incluso puede subir un poco", explicó a Europa Press.
El jefe del Ejecutivo regional se refirió de esta manera al comportamiento asimétrico que muestra la población activa canaria en comparación con la del resto del Estado. Mientras en el conjunto de España la suma de quienes están trabajando y los que pretenden hacerlo pero no lo consiguen arroja en los últimos años saldos paulatinamente inferiores, en las Islas sucede lo contrario. Por ello, Clavijo consideró que será un "éxito rotundo" una tasa de paro en el entorno del 20% dentro de doce meses.
El presidente se refirió de esa manera a una Encuesta de Población Activa (EPA) cuyos valores del conjunto del año recién finalizado se conocerán en los últimos días de este mes. Sin embargo, los datos que sí son seguros son los de paro registrado que mes tras mes hace públicos el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. En lo que concierne a estos, los que contabilizan a los apuntados en las listas del paro, el Ejecutivo regional estima posible cerrar este año con una cifra inferior a 200.000.
Hoy se dan a conocer los correspondientes al mes de diciembre y, por consiguiente, los del conjunto de 2017. En términos relativos, la mejoría alcanza el 5,73%, la segunda mayor -en 2016 llegó al 7,98%- desde que se alcanzó en 2013 el punto de inflexión en el que arrancó la actual serie de cinco años consecutivos de buenas noticias.
El presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CEE), Agustín Manrique de Lara, señaló que la "espectacular" mejoría es la consecuencia lógica de la "muy buena tendencia" que la actividad económica sostiene durante los últimos ejercicios. Los crecimientos del producto interior bruto (PIB) cercanos al 3% impulsan la creación de empleo.
Sin embargo, a los ojos de la Unión General de Trabajadores (UGT-Canarias), el resultado global del ejercicio merece una valoración "negativa". El secretario general de dicha organización sindical, Gustavo Santana, explicó que no cabe sino una calificación de este tipo cuando se coloca la mejora del paro junto a los "16 millones de turistas" con los que las Islas cerraron previsiblemente -los datos de Frontur (Movimiento Turístico en Fronteras) se conocerán en cuatro semanas- el año 2017.
Los sindicatos coincidieron con Clavijo al recordar que la "crisis sigue ahí y hay muchas familias que siguen pasándolo mal". Según el presidente, por la cantidad de demandantes de empleo que aún no han dispuesto de una oportunidad; según Santana, porque también existe un problema de calidad, con un éxito de cifras "sustentado en empleo precario" y un "abuso de las jornadas a tiempo parcial".
Tampoco obvió el presidente de Canarias la necesidad de evitar a través del empleo que un alto volumen de la población canaria se enfrente al "riesgo de exclusión social". La fórmula para conseguirlo pasa, a su juicio, por "dar tranquilidad al sector privado y que esa confianza empresarial haga que los empleos sean indefinidos, a jornada completa y la retribución vaya subiendo".
Para el presidente de la patronal de Las Palmas, aún es tiempo de "incorporar personas" al colectivo de ocupados bajo la premisa de que "cualquier contrato es mejor que el desempleo". Manrique de Lara alertó del riesgo que entraña "tocar ahora de forma generalizada los costes laborales" y expuso la negociación del incremento del salario mínimo interprofesional hasta 2020 entre Gobierno central, sindicatos y empresarios como ejemplo de la prudencia que debe rodear el debate sobre aumentos de los salarios.
El punto crítico
Han pasado ya cinco años desde que la destrucción de empleo alcanzó su punto más crítico. Al terminar el año 2012, buscaban trabajo en el Archipiélago 284.915 ciudadanos, casi 70.000 más (68.828) que en el momento actual. Gustavo Santana reconoce que los números describen una sensible mejoría, "pero más allá de esa disminución, las cifras son negativas", matiza para denunciar el desacompasamiento entre la evolución del PIB y, sobre todo, la buena marcha del turismo, y, del otro lado, la creación de empleo de calidad. "Esto no es lo que esperábamos", zanja.
Enfrente, Manrique de Lara negó la posibilidad de hablar en este momento de precariedad laboral, "cuando se generan más contrataciones indefinidas que nunca". De cara al futuro más inmediato, el presidente de la CCE auguró que, circunstancias inesperadas al margen, existen razones suficientes para poder pensar que la senda del adelgazamiento de las listas del paro se mantendrá a lo largo del año recién estrenado. Entre los motivos, expuso las "buenas expectativas" en el ámbito de la obra pública. Sobre todo, tras firmarse "la adenda del convenio de carreteras" que mantienen los gobiernos canario y central.
Además, el representante empresarial expuso lo capital que resulta que España cuente con un presupuesto a la mayor brevedad. "Es muy importante para todas las comunidades autónomas, pero lo es más si cabe para Canarias", advirtió Agustín Manrique de Lara. En su opinión, el Gobierno central va a conseguir sacar adelante dichas cuentas, aunque "no antes de marzo o abril".
A pesar de esas alusiones al ámbito público, Manrique de Lara aseguró que será el sector privado el que sustente en mayor medida el nuevo avance, "si lo permiten las administraciones públicas, que no terminan por cambiar". De esa manera, puso sobre la mesa la sempiterna queja de los empresarios por las trabas que, según sus manifestaciones, lastran su actividad inversora.
El presidente de la patronal de Las Palmas eximió al Ejecutivo regional de ese tipo de comportamientos. Sí citó como protagonistas de ellos a algunos "cabildos y ayuntamientos", instituciones a las que recomendó ponerse "al servicio de la generación de actividad económica".
