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La crisis dispara el fraude en los seguros

Canarias fue la tercera comunidad con mayor incidencia de esta práctica delictiva en 2017

La crisis dispara el fraude en los seguros

Canarias está entre las tres comunidades autónomas en las que más se intenta defraudar a los seguros. Así lo revela el V Mapa AXA del Fraude en España recientemente publicado y en el que se han analizado más de 56.000 siniestros. Con una tasa del 2,5%, el Archipiélago supera en ocho décimas la media nacional y solo tiene por delante a Murcia (2,7%) y Andalucía (2,6%).

El informe "no analiza las razones socioeconómicas" de la mayor concentración de estas prácticas delictivas en unos territorios que otros. Así lo detalla el director de siniestros de AXA, Arturo López-Linares. No obstante, el propio directivo explica que durante los cinco años en que la compañía viene realizando este estudio, la proporción de intentos de fraude prácticamente se ha duplicado. Sí resulta claro que las tres regiones en las que estos intentos de engañar a las aseguradoras tienen mayor presencia aparecen también entre las que presentan tasas de desempleo más elevadas.

La crisis económica dejó un solar en un gran número de economías domésticas. Muchas de ellas no han logrado recuperarse del golpe. Sin embargo, la situación no es tan grave como la existente en los primeros años en que AXA comenzó a elaborar el mapa del fraude. ¿Por qué entonces se incrementan estas prácticas? "La tecnología y la formación para detectarlas han mejorado de manera notable", apunta López-Linares como razón que explica la evolución.

El director de siniestros de la aseguradora reconoce que la diferencia del Archipiélago con la media española "es fuerte", si bien expone que los números también indican que "el 97,5%" de los clientes "son honestos".

El engaño en las Islas se concentra con mayor intensidad en el llamado fraude ocasional, "el que aprovecha un siniestro previo", detalla Arturo López-Linares, para desde él intentar agrandar las consecuencias reales. Por ejemplo, una inundación daña unos muebles y el asegurado deteriora por su propia mano otros a los que no ha alcanzado el agua con la intención de que la indemnización sea mayor de la que realmente le corresponde.

Esa modalidad de engaño es ocho puntos mayor en el Archipiélago que en el conjunto del Estado. Es un fraude de baja intensidad si se atiende a las cantidades que se pretenden cobrar a través del engaño. "Entre 600 y 700 euros", expone Arturo López-Linares, "menores" de las que se aspiran a ingresar mediante otras modalidades defraude.

De entre los casos con los que se ha topado en Canarias, el director de siniestros de AXA destaca el de una empresa que intentó cobrar de manera ilegal medio millón de euros, precisamente a través de la modalidad ocasional descrita. "Hubo un temporal y se produjeron daños por agua en el material que se guardaba en el almacén", relata. Sin embargo, algo no cuadraba en cuanto al recorrido del agua y la disposición de los elementos que se mojaron. "Decidimos investigar", continúa el directivo de AXA, "y las sospechas eran fundadas". A través de un análisis químico se pudo determinar que gran cantidad del material que la empresa había declarado afectado por el agua caída, realmente se había mojado "con agua del grifo".

López-Linares se muestra convencido de que es la "concienciación" una de las vías principales a través de las que se debe atajar este problema. "Los ciudadanos tienen que saber que este comportamiento está tipificado en el Código Penal" y, por tanto, acarrea penas elevadas. Añade que todos los casos contenidos en el mapa elaborado responden a "fraudes probados que no dejan lugar a la duda" y que nada tienen que ver con una disparidad de criterios entre clientes y compañías de seguros.

En torno al futuro inmediato, el director de siniestros de AXA reconoce que aún no se ha alcanzado "el momento para que este tipo de delitos desaparezca totalmente". Mientras, abogó por esa labor de concienciación que los evite y a aumentar la coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para atajar los que se producen.

AXA señala que a lo largo del año pasado evitó desembolsar 62,7 millones de euros en pagos indemnizatorios fraudulentos, lo que supone un incremento de más del 6% respecto del año anterior. Desde 2007 dicha cantidad se ha multiplicado por 2,09.

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