El mercado nacional es la tabla de salvación para el turismo canario de cara al verano. La recuperación de los competidores -Turquía, Egipto y Grecia- habrá alcanzado entonces velocidad de vértigo y se da por seguro que la casi total desestacionalización que la actividad alojativa alcanzó en ejercicios pasados se quedará en un amago con respecto a los mercados internacionales. Sin embargo, las aerolíneas han apostado decididamente por incrementar (9,4%) su oferta de plazas para viajar entre la Península y el Archipiélago.
Además, Fomento y Enaire han variado su estrategia de los últimos ejercicios, en los que hicieron caja con los sucesivos récords de llegadas de pasajeros, y han decidido abaratar las tasas aeroportuarias, un 2,2% este año y un sorpresivo 12% -se especulaba con una rebaja en el entorno del 4%- el próximo. Un acicate para mantener gran parte del interés de las compañías aéreas centrado en España y un movimiento del todo lógico teniendo en cuenta que, por ejemplo, Turquía, no sujeto a las estrictas normas de competencia de la Unión Europa (UE), abona hasta 9.000 euros por avión para garantizar la reactivación del turismo en el país.
El objetivo del regulador es amortiguar la querencia natural de las aerolíneas extranjeras por repartir sus aparatos entre más países toda vez que los más afectados por la Primavera Árabe o la intervención económica -Grecia- vuelven a estar dispuestos a pelear con Canarias por cada turista. De otra parte, también pretende elevar al máximo el aumento de los viajes protagonizados por españoles.
Aun dejando muchas víctimas por el camino, la economía del país crece y la renta disponible de los ciudadanos, a pesar del terreno cedido, permite volver a pensar en viajar. En números redondos, el aumento de plazas para viajar de uno a otro punto del país avanzará esta temporada de verano un 10% con respecto a la del año pasado. Los ocho aeropuertos canarios seguirán esa tendencia y se anotarán un incremento del 9,4% que se traducirá en cerca de un cuarto de millón más de billetes disponibles.
De las dos principales islas turísticas, Gran Canaria quedará conectada con catorce aeródromos peninsulares y el número de plazas se elevará un 10,3% -92.000 más- para llegar hasta las 928.800. El incremento en Tenerife será del 8,7% para disponer de un total de 1.273.000. Buenas noticias que amortiguan el descenso del 2,6% de la oferta en vuelos internacionales padecida esta temporada invernal tras el cese de operaciones de Monarch y Niki. La desaparición de la primera de ellas provocó una reducción del 8,4% de las plazas para unir esta isla con Reino Unido y la de la segunda condujo a una contracción de la oferta del 2,1% para volar desde Alemania. Sin embargo, las reservas del mercado germano crecieron un 4,3% y las del británico lo hicieron un 3,6%.
Con respecto a este último caso, los expertos siempre sostuvieron que en realidad existía una sobreoferta de billetes para desplazarse desde Gran Bretaña al Archipiélago. Ante la demostrada solidez de esta línea de negocio sería lógico pensar en una expansión de la oferta que permitiría a otras aerolíneas ocupar el espacio vacío. Sin embargo, en general han optado por mantener sus programaciones. Al fin y al cabo la disminución de asientos les permitirá aumentar precios.
