Alfredo del Castillo: el confidente de Toshack, Martín Lasarte y azote de Pimienta

El analista implacable de los pantalones de colores con ADN de la Real Sociedad. Obsesivo, detallista y aferrado a sus gráficas sobre los minutos, onces y rendimiento de las piezas de García Pimienta. El entrenador nacional Alfredo del Castillo (Icod de los Vinos, Tenerife, 30-9-1952) estuvo diez años trabajando para la Real Sociedad -desde 2001 a 2011-. Pasó por el Cadete, el Juvenil, el Tercera División, así como por la Secretaría Técnica (área de Captación).

Por sus manos pasaron Carlos Martínez, Mikel González, el ex de la UD Xabi Castillo, Mikel Balenziaga, Imanol Agirretxe, Díaz de Cerio o Manu García.Reside en la calle Venegas de la capital grancanaria y se atreve con todo. Le recomienda a García Pimienta que haga la maleta al final de Liga. «Su ego se ha debilitado, perdió valor. Si es inteligente, debe dar un paso al costado e irse. Como está el fútbol, cualquier dirigente ve sus números en este tramo final y se puede asustar».  

Conoció de primera mano el liberto de John Benjamin Toshack e idolatra a Martín Lasarte. «El uruguayo estuvo cerca de firmar por la UD». A la hora de citar a los tres tenores de oro de la Real, mira a Atocha. «Luis Arconada, alguien majestuoso. Jesús Zamora, un crack. Y Roberto López Ufarte. Pero en lo relacionado con calidad, precio y rendimiento: Satrústegui. Aún es el máximo artillero del cuadro txuri-urdin». 

Abre la libreta, vuelan los rotuladores. «La clave de la Real está en la regularidad, después de descender [2007] con distintos consejos de administración, sube un chaval como Griezmann. Lasarte le dijo ‘sube ya’ y lo ejecutó Loren, hoy director deportivo del Málaga». Potenciar la captación y el milagro Imanol. 

«La Real tiene un problema de captación y ha tenido que pescar talento en Mali, Suecia, Estados Unidos, Japón y Gran Canaria. El Maspalomas es un club convenido (...) Recupera la agresividad y eso fortalece el bloque. Encadenan cuatro temporadas en Europa. Pero te acostumbras al caviar, ahora no jugar la Champions parece un fracaso. Tampoco es eso, lo mejor de la Real son unas instalaciones de primer nivel y en el nuevo Zubieta ya pernoctan los jugadores Un presidente de la talla de Jokin Aperribay y un director deportivo como Roberto Olabe patentan el modelo: gente de la casa muy buena y talento foráneo. Además, asumir que venderás a tus estrellas, pasará con Zubimendi como con Xabi Alonso». 

Las anécdotas con JB

Compara los modelos de la UD y la Real. «Las Palmas debe dar un paso al frente, futbolistas de gran técnica pero falta rigor. Sobre todo, en los responsables de la cantera. El filial debe estar en 1ª RFEF y jugar en césped natural».

Imanol Alguacil -seis temporadas en el banquillo de la Real- fue el elegido para una etapa de transición. El elegido era Xabi Alonso. Pero el destino fue caprichoso. «Fue tan buena la trayectoria de Imanol que Xabi se tiene que ir. Y está a la altura de Ormaetxea [ganador de las dos Ligas]. Tuvo en su equipo a David Silva e hizo temporadas extraordinarias».

Considera que la UD luce mejor dominio del esférico y «ahí tienen ventaja en un campo muy rápido. Es un escenario fantástico para cortar la sangría».

Atiza a Pimi por su inmovilismo. «Como Guardiola, Tito, Lillo, Luis Enrique... No salen de esa idea inicial (...) Los contrarios te conocen y debes potenciate bien. Falta estabilidad (...) No te puedes encorsetar a un modelo. Pimienta tenía algo muy bueno, el aspecto defensivo tras la sangría de Mel. Se hizo fuerte en las dos áreas, pero hay fases de presión alta y luego te tiras diez metros atrás. Esa falta de enriquecimiento táctico sí se lo achaco, pero es un gran entrenador».

Cuestiona el nivel del plantel. «Puedes comprar en El Corte Inglés o el Chino. Ya sabes donde hay calidad. La UD tiene un déficit de plantilla y esta crisis viene de maravilla. Toda decepción es una oportunidad para ser más inteligentes». Evoca al técnico galés con nombre de whisky. Míster JB Toshack. «Leía muy bien los partidos, sabía dónde estaba el agujero. A los diez minutos, mandaba cinco tíos a calentar. Llegó al Real Madrid y lo primero que hizo fue hacerse amigo del que más mea, José María García». Tras un varapalo, castigó al plantel de donostiarra. «Los levantó a las 6.00 y a Zubieta a entrenar».