Abdelgani Kadana, Yamal Bahama y Aomar Daudi, tres de los cinco activistas saharauis liberados el pasado viernes del Centro de Internamiento de Inmigrantes (CIE ) de El Matorral tras haberles admitido a trámite el Gobierno español la solicitud de asilo, regresaron ayer de mano de LA PROVINCIA / DLP a la desembocadura del barranco de Río Cabras, el mismo lugar a donde arribaron el pasado día 5 a bordo de una zódiac junto a una treintena de inmigrantes.

Los activistas no pudieron disimular su emoción al reencontrarse con la playa donde tocaron tierra en busca de su ansiada libertad. También se enternecieron cuando recogieron de la orilla algunas de las vestimentas que portaron durante la travesía de 17 horas que separa el continente africano de las costas de la isla de Fuerteventura. Eso sí, estaban exultantes porque se sienten libres y, especialmente, saharauis.

"En El Aaiún estábamos muertos. Allí no hay vida para los saharauis", sentenciaron estos jóvenes que disfrutaron de su infancia en el viejo barrio de Colominas. "Por eso, no temíamos a la travesía porque sabíamos que cualquier cosa es infinitamente mejor que estar bajo la represión de Marruecos".

Cuando narran los acontecimientos del campamento Gdeim Izik no pueden evitar que sus ojos de humedezcan, no sólo por las graves consecuencias que tuvo el desalojo, "sino porque hemos dejado atrás a nuestra tierra, nuestras familias, nuestros amigos y nuestra historia. Es triste tener que abandonar la tierra que te vio nacer y que ahora está ocupada", sentencia Abdelgani Kadana.

Sufrimiento

Kadana, que no se separa ni un instante de la bandera del Frente Polisario, narra en su escaso castellano "los sufrimientos de las familias saharauis en El Aaiún". Asegura que los policías marroquíes "entran en nuestras casas, destrozan los muebles, nos agreden y se llevan a la cárcel Negra a quienes vinculan con el Frente Polisario. También tenemos que tener cuidado con los colonos chivatos". Además, agrega que "hay muchos saharauis que están escondidos en el desierto esperando una oportunidad para salir".

Los cinco liberados se trasladarán en los próximos días a Madrid y muestran su optimismo en que sus ocho compañeros que siguen en el CIE "recobren muy pronto la libertad".