Una turista alemana sufrió ayer un accidente en el viaje de ida al islote de Lobos, y se quedó horas tirada sin poder moverse. La mujer recibió un fuerte golpe en la cadera durante el trayecto en una embarcación neumática, conocida como lanchas taxi piratas, que ofrecen ese servicio. Lo que comenzó como una aventura fascinante para una pareja de turistas de mediana edad terminó como una pesadilla que jamas olvidarán.

La mujer recibió un impacto contundente contra la lancha, por la velocidad y la fuerte marejada. A su llegada, y al comprobar que no se podía mover, la ayudaron a bajarse y permaneció en el muellito, donde le reintegraron el dinero del billete. Fue ella misma la que alertó al 112.

La patrullera de la Guardia Civil acudió a la llamada de auxilio, pero tampoco pudo trasladarla a Corralejo, por la inestabilidad de la citada embarcación. Finalmente, fue el barco que cubre este servicio regular de pasajeros entre Corralejo y Lobos, el Celia Cruz, el que se encargó de evacuar a la paciente, que sufría dolores y se encontraba agotada. En el muelle de Corralejo la esperaba una ambulancia medicalizada para llevarla al Hospital General de Fuerteventura.

La turista, que permaneció sin poder moverse en el islote, fue trasladada desde el muellito hasta el pueblo en los pequeños carros que se utilizan para la retirada de la basura y la limpieza de los senderos.

El episodio provocó la indignación de los trabajadores del servicio regular de barcos, y de vecinos de Lobos, que consideran peligrosas las lanchas pirata y la falta de control policial sobre esta actividad. Estas embarcaciones campan a sus anchas desde el muelle de Corralejo hasta el islote y llevan a los pasajeros de forma ilegal.

"En Fuerteventura existe un servicio de barcos que cubre de forma regular y segura este trayecto marítimo desde Corralejo a Lobos, por lo que se debe controlar a los furtivos", explicaron los trabajadores y patrones de los barcos.

Por ello el personal laboral del servicio exigió ayer a las autoridades que "se informe de la peligrosidad de contratar estas lanchas , y que se instalen paneles explicativos para evitar este tipo de accidentes, cada vez más comunes".

Los vecinos criticaban también el maltrato que se dispensa a los turistas que deciden acudir a visitar este espacio natural. "Son conducidos como ganado, sin control policial en el transporte ni en las excursiones por Lobos", apuntaron.

Por otro lado, los usuarios y familias afincados en este espacio explicaron que se evidenció la falta de socorristas en el islote, "un servicio imprescindible que se ha suspendido en los últimos años".