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Chillida se instala en Tindaya

El Cabildo presenta en la Casa Alta una exposición para dar a conocer los detalles del proyecto de Eduardo Chillida

Un hombre observa los paneles con los podomorfos que se desprendieron de la montaña de Tindaya. FUSELLI

La Casa Alta de Tindaya ha reabierto sus puertas con una renovada exposición del proyecto Monumento a la Tolerancia del artista vasco Eduardo Chillida. Distribuida en cuatro salas, la exposición muestra al público las características naturales de la montaña de Tindaya y el proyecto que ideó el escultor vasco, a través de maquetas, paneles y un vídeo. El citado inmueble histórico se incorpora a la Red de Museos del Cabildo de Fuerteventura con un horario de visitas de 10.00 a 14.00 horas de martes a domingo.

El Cabildo majorero quiere dar a conocer a los habitantes y visitantes los detalles del citado proyecto, que desde su inicio ha estado rodeado de cierta polémica no solo por la gestión política del entorno de la montaña sino por contar con cierto rechazo social, especialmente de los grupos ecologistas.

Nada más entrar en la Casa Alta, la primera sala ofrece al visitante información sobre la montaña de Tindaya y una muestra de los paneles de podomorfos. En la segunda sala, y a través de un triple plasma, se puede observar una simulación de la luz a lo largo del día y de la noche y los equinoscios. Aquí se incorporan dos módulos de gran formato pertenecientes a la exposición sobre el proyecto de 1996, que consisten en dos estructuras de hierro en las que se visualiza el interior del monumento con la incidencia del sol y la luna. También se hace una especial referencia a la magnitud de la frase del poeta Jorge Guillén y utilizada por Eduardo Chillida "Lo profundo es el aire" como materia escultórica.

La tercera sala ofrece maquetas, paneles y un vídeo explicativo en el que ofrece al visitante información sobre la intervención escultórica de Eduardo Chillida. También se muestran paneles de podomorfos encontrados en la falda de la montaña y custodiados hasta este momento en que se muestran a los visitantes.

Las salas 1 y 3 muestran grabados podomorfos que de otra forma sería prácticamente imposible observar debido a las medidas de protección que existen a la hora de visitar la montaña. Especial mención tiene el hecho de que ha señalado en las maquetas y otros materiales los límites de protección de la zona arqueológica que existe en la montaña de Tindaya.

"La reapertura de la Casa Alta de Tindaya es un paso más dentro de un proceso para hacer realidad esta obra del artista Eduardo Chillida y que se pueda conocer", asegura el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales. Además, añade, que también ofrece mucha información de lo que se va a hacer en la Montaña de Tindaya".

En la cuarta planta se exponen maquetas del proyecto realizadas bajo la supervisión del escultor vasco así como la proyección del último documental sobre la obra del escultor Chillida: Esku Huts ( Chillida: Manos Vacías), del cineasta Juan Barreros, estrenada en la edición de 2016 del Festival de Cine de San Sebastián. En el otro extremo de la sala se ha habilitado un rincón donde a través de una base de datos se puede conocer información relativa de Tindaya y Chillida mientras se observa el entorno de la Casa Alta de Tindaya.

La Casa Alta

En el año 2010, el Cabildo adquirió el inmueble para emprender su rehabilitación. La Casa Alta de Tindaya constituye un elemento singular en el conjunto de la arquitectura civil majorera. Aunque su origen es desconocido más allá de las leyendas populares, lo cierto es que su tipología se aleja del modelo arquitectónico tradicional de la Isla, fue la primera y única edificación de dos plantas de la localidad durante mucho tiempo, y se relaciona además con una propiedad probablemente ligada a la burguesía emergente del siglo XVIII que comerciaba con la cochinilla y la orchilla.

El citado inmueble es un edificio de arquitectura tradicional con influencias coloniales, reconocido como uno de los más interesantes de la arquitectura civil majorera, donde sus dos plantas son una característica escasa y peculiar. El inmueble goza de Protección Integral, catalogación patrimonial más importante tras el BIC, y se encuentra inventariado en la planificación insular (PIOF) como Bien Histórico-Artístico.

El edificio tiene una superficie de 254 m2 . Además de un patio exterior de 205 m2. Todas estas superficies se encuentran afectadas por las obras, hasta alcanzar los 1.000 m2 incluyendo los accesos, el aparcamiento y las zonas circundantes. La parcela en que se ubica el edificio tiene unos 6.000 m2.

La casa se desarrolla en dos plantas, luciendo una fachada única con portalón enmarcado en cantería blanca de arenisca. Adentrándose en el interior, un zaguán conduce a dos habitaciones y también al patio, desde el que se articula el resto de la construcción y los accesos a todos los habitáculos, incluyendo la planta alta.

Como vivienda atípica, no asociada a la arquitectura popular sino a una de tipo más culta, presenta elementos como balcones o guarniciones en la fachada refundidas con motivos geométricos, tales como rombos y círculos. Sus muros son de piedra y barro, y cuenta con una cubierta principal a cuatro aguas recubierta de teja y con estructura de madera de tea, y otras dos cubiertas una dos aguas y otra plana. En los solados aparecen materiales principales para el revestimiento como madera y también yeso.

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