Firmas falsificadas, linderos manipulados, obras y pasos que se inician y se dan sin licencias, fechas cambiadas, plazos obviados, mediciones arbitrarias, informes preceptivos que no se solicitan, planos de un mismo terreno que se contradicen entre sí, un precinto que se salta a la torera, un particular al que le planean demoler su vivienda sin contar con él, varios intentos de registro fraudulentos y, en definitiva, una "omisión absoluta del deber de tutela de los intereses generales y del Patrimonio Municipal".

La montaña de anomalías detectadas por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional en los cuatro expedientes de la Unidad de Actuación Calero Alto 2 es bastante alta. Por esta causa -y atendiendo a la comisión de presuntos delitos como la prevaricación, el tráfico de influencias o la falsedad documental, entre otros- se hallan imputadas hasta 12 personas, de las que nueve fueron detenidas y siete son o fueron funcionarios y empleados municipales.

El origen de la investigación policial se sitúa en 2008, cuando Miguel Ángel Rodríguez denuncia unas obras sin licencia cerca de su casa. No se imaginaba entonces que su escrito daría pie a una investigación en la que, salvando el error garrafal en la transmisión de un dato a la policía, han sido numerosos los defectos encontrados. Según el sumario, Félix Machín, propietario de los 3.838 metros cuadrados en los que se iban a hacer 76 pisos, a través de la sociedad Telpan SA, inició un procedimiento de reparcelación sin contar con el otro titular afectado.

El plano de la ficha del Plan General que recogía esta intervención fue "adulterado varias veces de forma burda, en diferentes expedientes y sin que nadie del Ayuntamiento, notario o registrador observase la más mínima incongruencia con el original", agrega la policía. Los investigadores también sostienen la tesis de que la inscripción se intentó hacer "de forma fraudulenta mediante una acta administrativa en el Registro de la Propiedad", y describe que la solicitud y la aprobación de la reparcelación fueron cosas que se dieron el mismo día.

En este catálogo de anomalías, los agentes detectan que el proyecto de urbanización fue reformado y visado cinco meses antes de que se presentase el original, declarado nulo. Por ello, la policía sostiene que "existía un plan B, en cuya carátula se obvia de forma insólita la parte norte de la Unidad", donde está la casa. Telpan también inició las obras sin licencia y violó varios precintos.

La conclusión de la policía es que "a lo largo del procedimiento se habría mostrado un trato deferente y preferente hacia Telpan y una adulteración maliciosa de la realidad por parte de dicha entidad, así como de José Luis Mena y Jesús Álvarez en connivencia con los técnicos".