En el fondo del mar, pero no muy lejos. Ahí es donde están yendo a parar los restos del edificio La Tortuga de Melenara. La Demarcación de Costas en Canarias confirmó ayer que la montaña de hormigón al que ha quedado reducido el antiguo hostal de cinco plantas -salvo una pequeña esquina que se ha mantenido para evitar la dispersión de los escombros a la cala- se está utilizando desde ayer para el relleno del futuro dique de La Esfinge, que se construye en el exterior del Puerto de la Luz y de Las Palmas. Un par de camiones con una carga de 14.000 kilos iniciaron, a las ocho y media de la mañana de ayer, el traslado del resultado de la demolición ejecutada a lo largo de tres días, y en los que la expectación ante el desarrollo de los trabajos ha sido patente.

Los vehículos efectuaron diez desplazamientos; alguno de ellos superó la media de la carga estipulada, por lo que se estima que sólo este lunes acabaron en el Puerto más de 140.000 kilos de hormigón. Antes, la cizalla hidráulica había limpiado los residuos de hierros o madera, elementos que serán reciclados en distintas plantas.

Personal de la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias se personó en Melenara para comprobar si esta tarea se estaba acometiendo, aunque al no disponer de cascos y chalecos no pudieron acceder al interior de la zona de trabajo, donde se están apartando los distintos tipos de materiales. Hoy regresan pertrechados.

Costas pretende retomar los trabajos, pero aumentando la flotilla de camiones. Pasarán de dos a cinco, y tendrán una capacidad de carga mayor para hacer más ágil la eliminación de los restos. Los viajes se sucederán al menos dos semanas.