El tren del Norte de Gran Canaria ya camina en los despachos. La Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) aprobó ayer el avance y el informe de sostenibilidad del Plan Territorial Especial del corredor ferroviario entre Las Palmas de Gran Canaria y Arucas (PTE-22), aunque condicionado a dos informes complementarios, uno sobre la Alternativa Cero (la justificación del proyecto) y otro sobre la fórmula elegida para cruzar el barranco del Guiniguada, pues afecta parcialmente al Paisaje Protegido de Pino Santo.

Emilio Mayoral, consejero de Política Territorial del Cabildo de Gran Canaria, valoró como "muy positivo" este nuevo paso en la planificación de esta linea ferroviaria y precisó que los estudios complementarios que pide la Cotmac ya están elaborados. Respecto a las quejas de la Asociación de Vecinos de Tenoya, que reclama que el tren tenga una parada en esa localidad, Mayoral señaló que esa propuesta "es inviable" porque obligaría a modificar el recorrido.

"Entendemos que todos los barrios quieran tener una estación, pero es imposible que el tren llegue a todos lados", afirmó el consejero, quien precisó que el trayecto definitivo se ha realizado tras rigurosos estudios sobre el impacto medioambiental y la demanda de pasajeros. "Si va por un sitio no puede ir por otro", dijo.

Aunque el Plan Territorial saldrá a exposición pública para las posibles alegaciones, la idea del Cabildo es mantener el trazado de los tres tramos, el primero con 13 paradas desde el parque de Santa Catalina hasta Tamaraceite y desde allí un ramal hasta Arucas, con parada en Santidad y otro hacia el campus de la Universidad en Tafira.