E l pueblo malagueño de Archidona, firmó un acuerdo con el Gobierno central para emplazar la prisión en su municipio. De entrada recibirá un millón de euros para servicios básicos, un nuevo cuartel de Guardia Civil y hasta una circunvalación para el centro urbano. Y de propina, a través de Fomento, el arreglo de las murallas del lugar. En Soria el monto es aún mucho mayor: cinco millones de euros. En el murciano Campos del Río se rehabilitarán barrios y se dotará al nuevo polígono industrial.

En San Bartolomé de Tirajana no, si se descarta el enganche a la nueva desaladora de la prisión de la que más por inercia que por compensación se beneficiarán los pueblos de Castillo del Romeral, Aldea Blanca y Juan Grande. La negativa frontal de su Ayuntamiento enarbolada por sus sucesivos alcaldes, María del Pino Torres, de Nueva Canarias, Marco Aurelio Pérez, del Partido Popular, y Conchi Narváez, del Partido Socialista, la única presente ayer en el acto de inauguración del centro penitenciario Las Palmas II, han dejado a la localidad sureña fuera de unas inversiones "incalculables", según expresaba ayer dentro de la cárcel la exdelegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias.

Pero esta desafección no ha terminado, ni mucho menos. Ayer, y mientras los máximos representantes del Archipiélago inauguraban la cárcel, el alcalde, Marco Aurelio Pérez, presentaba el programa de fiestas en Tunte. Un decreto 'sorpresa' previo emitido por Pérez otorgaba la representación municipal para el acto de ayer al PSOE, en la oposición, grupo que no daba crédito con la jugada. David Delgado y Conchi Narváez acudieron, pero no en representación del Ayuntamiento, según Delgado, sino en nombre del grupo socialista, ya que consideró que el alcalde "tiene concejales de sobra" para delegar en ellos y que si "aún tuviera alguna reserva, la debe expresar en el acto al que ha sido invitado". El PSOE le recuerda que los primeros estudios para colocarla en Juan Grande empezaron con el 'popular' Aznar de presidente del Gobierno y que el propio Pérez, como consejero del Cabildo, llegó a votar a favor de Las Palmas II.