El tren se ha convertido en la tabla de salvación de numerosas empresas de ingeniería y arquitectura de la Isla, que recibirán una inyección económica de más de 20 millones de euros por la redacción de los proyectos. Entre las UTE adjudicatarias de las nueve estaciones y los siete tramos hay diecisiete sociedades isleñas, que hasta ahora han recibido cerca de 15 millones de euros, según explicaron Enrique Caballero, consejero de Ferrocarriles de Gran Canaria y director-gerente de la Autoridad Única del Transporte, y Mariano Rodríguez, gerente de la Fundación del Transporte Adaptado.

Ambos resaltaron que las empresas están cumpliendo los plazos previstos, aunque los trabajos de las estaciones son los más avanzados. Una vez entregados los proyectos básicos, que es el diseño general, quedan por concluir los constructivos, donde los ingenieros y arquitectos entran ya en los detalles de la obra.

En dos de las estaciones se han tenido que realizar modificaciones respecto al proyecto inicial. En la parada de San Telmo, adjudicada al estudio Ardanaz, Cabrera y Hernández Arquitectos, se creará el nudo central de los transportes de Gran Canaria. En distintas alturas confluirán el ferrocarril, las guaguas de Global, las municipales, los taxis y las bicicletas de alquiler, así como un aparcamiento subterráneo para 1.100 vehículos. Actualmente se realizan los sondeos geotécnicos en el interior del parque para concluir el proyecto.

La otra modificación se realizará en la parada de El Veril, en Playa del Inglés, aunque aún está pendiente de las alegaciones del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. La posibilidad de instalar un gran parque acuático en esa zona del sur ha aconsejado cambiar la ubicación de la parada del tren, que estará más cercana a la carretera GC-500 y a los hoteles. Las once estaciones serán intermodales, para que junto al tren subsistan y se complementen las guaguas, taxis y vehículos particulares.