Santa Brígida sacó ayer a la calle el Rastrillo de Navidad que tradicionalmente se realizaba dentro del antiguo cine. La nueva ubicación de convirtió ayer el casco de la villa en un mercadillo en el que se podía comprar desde prendas de vestir a precios de saldos tanto para señoras, caballeros, jóvenes y niños, así como calzados, y otros complementos de vestir, accesorios para la cocina y la decoración de la casa, hasta vehículos de ocasión. La muestra se prolonga hasta mañana sábado 8 de diciembre.

Al rededor de más de mil visitantes se acercaron ayer a este Rastrillo de Navidad que vuelve a ser la apuesta de la organización conjunta entre el Ilustre Ayuntamiento de la Villa de Santa Brígida y la Asociación de Empresarios de la Villa, con la colaboración del Cabildo Insular de Gran Canaria y la Caja Rural de Canarias. El reto de este mercadillo es la potenciación de la Zona Comercial Abierta de Santa Brígida en una época primordial para el sector comercial dada la atonía en el consumo provocada por la crisis económica. Esta nueva apuesta, con una feria comercial que por quinto año vuelve a demostrar su calidad y variedad de oportunidades, se establece dentro de la campaña de navidad de los comercios de la Villa de las Flores.

Además, de hacer abrir los monederos a los mayores también los organizadores tuvieron en cuenta a los pequeños para los que prepararon diversas actividades a fin de entretenerles un rato y hacer más fáciles las compras a toda la familia. También el sector de la restauración se contagió de la fiesta de la calle ya que tanto los lugareños como los llegados de otros pagos aprovecharon para degustar la oferta gastronómica de la villa.