El grupo de gobierno del PP-Agrupa Sureste, presidido por Juan José Gil, se encuentra en crisis, tras la indisciplina de la concejala popular Pino Vega que votó, junto con el PSOE, en contra de la externalización de la piscina municipal. Tensión y silencio se respira en las filas del PP, sobre todo por parte del concejal Chano Suárez, quien defendió ayer en el pleno el anteproyecto "de tantear el mercado a ver si había operadores interesados en gestionar la piscina". "No se trataba de ningún concurso, ni de aprobar unas bases, sino de sondear el mercado", insistió. Ante la sorpresa de sus compañeros del PP, Vega votó en contra de tal posibilidad. Ya la ausencia de la edil en el anterior pleno, alegando baja médica, provocó que tal propuesta quedara sobre la mesa al encontrarse el grupo de gobierno en minoría PP-AS, pues también sigue de baja Romina González, desde junio. La incertidumbre en el grupo de gobierno es grande, pues tal indisciplina se produce después de que el 13 de febrero se reunieran el alcalde y la presidenta insular del PP, María Australia Navarro, para abordar la situación.

Por su parte, el primer teniente de alcalde y líder de Agrupa Sureste, Domingo González, manifestó que esperaba que "se recondujera la situación dentro del PP. Nosotros estamos por mantener el pacto, porque la gobernabilidad del municipio ha ido bien en este mandato". Sin embargo, González apuntó que "tienen que cambiar las circunstancias para que no se repitan situaciones como las de hoy, aunque respeto las decisiones de la concejal [Pino Vega]". De suyo, ayer este grupo convocó una reunión de sus miembros para examinar la situación y decidir al respecto.

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