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XII Feria del Sureste, 2015 El cierre a la cita anual

Medio kilómetro de tradiciones canarias

Las previsiones se quedaron cortas con las 150.000 personas que abarrotaron la avenida de Canarias - El Sureste cierra su despensa hasta el año que viene

Era un fin de semana para ayudar a promocionar los productos de los agricultores, ganaderos y artesanos de Agüimes, Ingenio y Santa Lucía pero la XII Feria del Sureste fue también fue catapulta para las tradiciones isleñas. La Avenida de Canarias se vistió de gala para acoger a más de 150.000 personas a lo largo de su medio kilómetro.

Las familias pudieron disfrutar de los mejores productos en el último día de la Feria, en el que el tiempo acompañó para que tanto los residentes del Sureste como los turistas pudieron degustar algunas delicias a la venta. John Smicer había llegado a la Isla hacía apenas tres horas desde Escocia y, como su rey del siglo XIV, se dio de bruces con un tinglado que ofrecía todo lo que un turista busca en un lugar cuando lo visita. "Este sitio es increíble", dijo el escocés, que no reconoce que no estaba satisfecho con la elección de hospedarse en Vecindario. "Me queda un poco lejos de la playa y la capital", explicó, pero por otra parte no podía llegar a un lugar mejor para encontrarse con la cultura y la tradición de la Isla. "La feria es un lujo", comentó. Para Smicer, aquí el tiempo acompaña para crear estos eventos, nada que ver con las tradicionales ferias medievales de su tierra.

También quedó sorprendido por la feria Adam O´Donnell, que llegó a la Isla desde el archipiélago británico - Irlanda, en su caso- con la intención de disfrutar de los productos canarios. Tras confesarse un visitante "habitual" de las Islas por el clima, comentó que en la feria adquirió un álbum para sus fotos de los viajes.

Pero este evento anual no tiene como objetivo los turistas, apenas son uno de los target de los 170 puestos que abren paso a lo largo de la renovada, y ahora peatonal, Avenida de Canarias. Héctor Hernández, miembro del grupo de Coros y Danza de Ingenio, explicó que este "es un encuentro para el Sureste, con lo que cada grupo trae la esencia de cada municipio".

"No se trata de una competición, sino de promocionar a Ingenio en la Isla, como en esta ocasión, o, a Gran Canaria en el escenario de Canarias, y al Archipiélago en el resto del mundo", apuntó el folclorista. Hernández mostró los juegos tradicionales autóctonos en el último día de la feria: "Enseñamos los juegos básicos a los más pequeños, el baile a los jóvenes y a los adultos el pack completo".

Ayer se entregaron los reconocimientos a los artesanos de la comarca. El cestero Juan Ramos (de Santa Lucía), las queserías El Parral (Ingenio) y Los Millos (Agüimes), así como Belén Gutierrez, que trabaja la palma, fueron los galardonados.

Satisfacción general

Ayer, domingo, se trataba de poner el broche de oro a una feria que, según su gerente, Rafael Sánchez, ha dejado a todos "satisfechos". Los puestos de artesanía, como el de Segundo Cabrera, de Ingenio, "no tienen queja" del evento. "Hay años buenos y otros no tan buenos", comentó Cabrera, que en su puesto de artículos de madera tuvo una feria "regular". Según el artesano no es culpa de los organizadores de la feria, a los que está muy agradecido tras cuatro años teniendo su puesto, sino por la "situación económica". Tampoco es que haya variado mucho la economía los últimos años, pero Cabrera acertó a decir que en el mundo de la artesanía se apuesta por un producto y "puede que triunfe, o puede que no".

Belén Coruña, alias la matagofios, confesó que a su puesto de trajes folclóricos que le fue "mejor" que otros años. "Se vende mucho pan y mucho queso en estos eventos, la vestimenta tradicional canaria es más difícil de vender", comentó irónica. En todo caso, no le faltaron visitantes. Laura Domínguez, de Santa Lucía, quería adquirir un nuevo vestido, ya que la anterior se le ha quedado "pequeño". "Me gusta mucho lo que tiene , pero es una lástima que no tengas mi talla", le comentó Domínguez. El puesto de Coruña es pequeño, como el resto de los 169, la única queja que mostraron los expositores en la feria de este año. Por suerte para Coruña la ropa no pesa mucho, y pudo colgarla por las barras de la tienda, pero los puestos de agricultura no tuvieron tanta fortuna.

Susana Macías, de Santa Lucía, vendió más que otros años, pero también ha dejó mucho por ofrecer. "Esta edición ha ido muy bien, pero el puesto se queda muy pequeño para poder traer otros productos", explicó.

La gran afluencia de gente permitió que los puestos de agricultura vendieran mucho de lo que ofrecían. "Si el puesto fuese el doble, unos ocho metros cuadrados, podríamos haber ofrecido más variedad", consideró Macías.

Pepe Medina, de Ingenio, no se ha perdido ninguna de las Feria del Sureste de los últimos cinco años. Medina lamentó los precios del evento. "No entiendo la idea que se intenta conseguir", comentó Medina. "En el súper consigues la mayoría de los productos a un 50% más baratos", apuntó convencido de que dada la carestía "solo se viene a promocionar".

El gerente de la feria celebró el "ambiente festivo" que se vivió en la Avenida de Canarias los últimos tres días, en los que, según Sánchez, no hubo ninguna incidencia. Y ello pese a que durante el sábado la tarde pasaron por allí hasta 150.000 personas. "Siempre trabajamos para que el domingo sea el día grande", comentó Sánchez, "pero hay veces que pasan estas cosas", dijo en cuanto al número de visitantes del sábado, que según el gerente "fue desbordante".

A las tres de la tarde Yeray Rodríguez puso el punto y final a la XII Feria del Sureste con su tradicional toque de humor a ritmo de música folclórica.

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