Sus Majestades, los Reyes Magos de Oriente, llegarán estas navidades a la Isla probablemente por San Bartolomé de Tirajana. A lomos de sus camellos ya atraviesan las Dunas de Maspalomas cargados de regalos a precio de infarto. Desde pantalones a bolsos exclusivos para señoras pasando por bikinis y zapatillas de deporte de niños. Sin olvidar, claro, el ajuar para las mascotas de la casa. Los 70 comerciantes que participan hasta mañana lunes en la Feria de Saldos y Oportunidades de Maspalomas (Masaldo) en el Parque del Sur ofrecen hasta un 70% de descuento en sus productos. La muestra congrega más de 3.000 visitantes en su inauguración.
Este Puente de la Constitución se presenta como la ocasión perfecta para escribir la carta a Los Reyes. Solo hace falta darse un paseo por los escaparates al aire libre que ha instalado la Asociación de Comerciantes de San Bartolomé de Tirajana (Acomisaba), en colaboración con el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y el Cabildo, este fin de semana en el Parque del Sur de Maspalomas para encontrar tanto reliquias de segunda mano como el último grito en tecnología a precio de saldo.
Un total de 40 empresas, distribuidas en 70 casetas, inician la campaña de navidad en el Sur en una iniciativa que ya acumula 15 ediciones.
Como anfitriona de la muestra, por estar ubicado su comercio en la zona residencial de San Bartolomé de Tirajana, destacó ayer la familia Rivero. El bazar Ani, especialista en disfrazar a los tirajaneros durante el carnaval, trajo ayer al parque urbano más de una decena de cajas de juguetes con precio de liquidación.
"Estos días festivos van a ser una gran oportunidad para dar a conocer a los visitantes la oferta comercial que existe en San Bartolomé de Tirajana. Que no es poca", resaltó Loly Rivero desde su puesto de juguetes. A su lado, Sandra García, de la tienda de mascotas La Coketa del centro comercial Ronda de San Fernando, añadió que la muestra además puede servir para animar a "aquellos rezagados que siempre dejan para última hora las compras navideñas".
Entre correas, casetas y mini vestidos para perros, la comerciante compartía en esta ocasión sector con otro establecimiento del municipio vecino de Santa Lucía. Beatriz Barcas se estrenó ayer en la localidad turística tras haber esperado su oportunidad durante algunas ediciones. "Siempre habíamos querido participar en la feria, porque es una manera de promocionar el negocio entre los turistas que, por cierto, son grandes amantes de los animales, pero no habíamos conseguido plaza. Así que estamos muy contentos porque por fin este año podremos hacer algo más de caja o, al menos, dar a conocer nuestros productos fuera de Vecindario", rescató la propietaria de Como el Perro y el Gato.
Con la misma ilusión y entusiasmo, por ser "primeriza", afrontó ayer su debut en la feria la tienda de deportes Dunkerbeck, que regenta la familia del campeón windsurfista de origen danés. De sus perchas colgaban bikinis, sudaderas o camisetas de marcas "saladillas de precio", como Roxy, Starboard o Quiksilver, reducidas a la mitad de precio. El sector de ropa y equipamiento de deportes acuáticos experimenta en estos últimos años una creciente demanda en el Sur, según indicó la dependienta.
Una de las grandes apuestas de Masaldo en esta edición lleva el nombre de Alejandro Sarmiento. El joven abrió el pasado mes de abril una tienda de productos de segunda mano en el barrio de El Tablero. Harto de los contratos temporales de la hostelería en temporada turística, Sarmiento decidió coger "la lija y el barniz" y transformar todo aquello que la gente ya no quiere en su casa en creaciones vanguardistas. Cash and Bisnes, fiel reflejo del "léxico canario", acaparó las miradas de los visitantes por la "fusión de estilos" que desprenden sus objetos. "Creo que mis muebles y mis productos llaman tanto la atención porque la gente aún tiene estigmatizadas las tiendas de segunda mano. Las suelen asociar a objetos que están estropeados o que malamente funcionan. Yo lo que hago es recoger o comprar todo aquello que para los demás ya no tiene valor y los convierto en objetos nuevos", explica el joven junto a una caja registradora de los años 60 que utiliza para cobrar a sus clientes.
En plena plaza del Pilar, en el Tablero, Sarmiento recicla viejos muebles de apartamentos del Sur, ventiladores, radios que trasladan a los oyentes a décadas pasadas y un sinfín de palés de madera con los que ha decorado el interior de su tienda. Entre sus clientes, se encuentra no solo el público general sino propietarios de nuevos establecimientos que necesitan mobiliario para decorar sus negocios. "Le tengo alergia a los muebles de Ikea. Lo mío es lijar, barnizar y embellecer con cerraduras antiguas todo lo que pasa por mis manos", desveló el comerciante mientras enseñaba a los clientes una estantería "envejecida" y forrada con "reja de gallinero" en su parte frontal. En su desván de "tesoros" improvisado se colaron además cuadros, películas y algún que otro ejemplar de 1964 de la revista gráfica As, con un precio original de 12 pesetas. "Intento también conseguir objetos de coleccionistas para exponerlos en la tienda y poco a poco aumentar así la oferta del establecimiento", espetó el joven.
Fueron varias las modalidades de reciclaje que incluyó la feria. No solo de muebles sino también de prendas de vestir. Bajo el sello de Amor Bijoux, una enamorada del carnaval, cuyo origen se puede apreciar en las plumas y los flecos de sus creaciones, mostró a los visitantes su arte con la aguja. Ruth Santana, economista de profesión pero diseñadora de afición, se atrevió hace un año a confeccionar "bolsos, sombreros y todo tipo de complementos" y desde entonces no ha parado. Heredó de su madre y , sobre todo de su tía, la maña con el dedal. Con los años fue acumulando ideas de formas y colores sobre la tela y un día, de forma accidental, descubrió que la costura le aporta esa vía de escape que necesita para salir de la rutina. Lo curioso de su trabajo es que aprovecha la tela vaquera de sus pantalones y "los de sus amigas " para crear bolsos, chaquetas o cubre botas. "Me encanta lo que hago y, aunque al principio tenía miedo de que llegara un día en el que se me acabaran las ideas para confeccionar nuevas cosas, aún eso no ha pasado. Al contrario, cada día tengo más proyectos en la cabeza", confesó Santana con un sombrero suyo en la cabeza.
En esta edición, la feria cuenta con tres comerciantes de Tenerife. Ana Alonso, una asturiana afincada hace ya un cuarto de siglo en la Isla vecina, admitió que el trato directo con el cliente y las labores de comercialización de su propio producto son las razones, más que las económicas, que le impulsaron a participar en la muestra. "Viajo a India para elegir las telas, luego espero a que las modistas de allí confeccionen lo que les he encargado y una vez terminada la prenda, la traigo directamente a Tenerife. Es un trabajo que me hace muy feliz", espetó Alonso entusiasmada.
Su ropa, junto al resto de productos de los 70 participantes de la muestra, permanecerá en exposición en el parque urbano de Maspalomas hasta las 21.00 horas de mañana lunes.
