Una quincena de familias tuvieron ayer que desmontar sus tiendas de acampadas en la playa de Las Carpinteras a instancias de la Policía Local de San Bartolomé de Tirajana. Varios campistas que pernoctaron desde el miércoles por la noche y otros que lo habían hecho en la mañana de ayer se vieron sorprendidos por una docena de agentes municipales, quienes les instaron a levantar las tiendas y a no hacerlo durante el día si no querían ser sancionados.
Los efectivos de la Policía Local acudieron a la zona habitual de aparcamiento de las playas de Las Carpinteras y de Montaña Arena en torno a las 10.00 horas y estuvieron hasta la una de la tarde advirtiendo a los campistas que estaba prohibido acampar en la zona. "A nosotros nos comunicaron que si después de avisarnos seguíamos por la tarde aquí nos podían multar hasta con 600 euros", según apuntó la campista Soraya Trujillo.
El alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, justificó la actuación de la Policía "ya que en Las Carpinteras está prohibido acampar, porque, además de no estar habilitado el lugar para campistas, el espacio queda sucio y pueden haber problemas sanitarios". "La gente puede bañarse, pero no acampar", reiteró.
Sin embargo, los visitantes y campistas mostraron su rechazo a la prohibición de acampar. "Si esto estuviera hecho un asco, entenderíamos que la policía interviniese. Pero, no es el caso, la zona se queda limpia. Además, todo el mundo no tiene mil euros para irse a unos apartamentos", según Samuel Machín Hernández. Para María del Carmen Medina, "lo que está haciendo el Ayuntamiento nos parece fatal".
En el mismo sentido, se expresó Antia Castro, quien lamentó que "no hayan en la Isla playas habilitadas para acampar". Carlas Centellas criticó "la prepotencia de los agentes al dirigirse a los campistas. Pero, nosotras estamos decididos a acampar en la playa de Montaña Las Arenas". "No nos dan permiso para acampar y muchas familias que no tenemos recursos, porque somos desempleados, no tenemos dónde ir", comentó María Encarnación Socorro.
Algunos campistas desmontaron sus tiendas y, tras irse los policías locales, volvieron a montarlas de nuevo. Fermín Santana señaló que "todavía no sabemos qué hacer. Pero, nos hemos quedado muy mal".
