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Mogán

Los 500 votos malditos de Mogán

Los partidos mantienen el conflicto sobre la compra de sufragios un año después de las elecciones - Las papeletas bajo sospecha dan la alcaldía a Onalia Bueno

Onalia Bueno vota en la constitución del Ayuntamiento de Mogán ante la mirada del exalcalde Francisco González y los demás concejales del PP.

Un año después de las elecciones municipales, la vida política en Mogán sigue girando en torno a los 500 votos que arrebataron la alcaldía a Francisco González, del Partido Popular, y se la dieron a Onalia Bueno, de Ciuca, a través de un pacto con los socialistas.

Las denuncias sobre la presunta compra de votos por parte del partido de la alcaldesa se iniciaron desde la misma campaña electoral y aún no han cesado, pero las sospechas se extienden ahora sobre acusados y acusadores, salpican al Cabildo de Gran Canaria y dan lugar a extrañas alianzas políticas, que quedan a expensas de lo que resuelvan los tribunales de justicia en los próximos meses.

El escándalo sobre las supuestas irregularidades en el voto por correo y el pago de las papeletas con dinero o electrodomésticos dio un giro esta semana con las declaraciones a este periódico de Antonio Muñoz, quien presentó su dimisión como secretario y portavoz de la Asociación Regeneración Democrática de Mogán, canalizadora de las últimas denuncias, al entender que ese colectivo ciudadano está "manejado" y "manipulado" por Nueva Canarias (NC) y el PP para intentar derrocar al gobierno municipal de Ciuca y el PSOE.

Antonio Muñoz también reveló la utilización de un despacho del Cabildo de Gran Canaria, el del director general de Industria y Comercio, José Manuel Gabella, también dirigente de NC de Mogán, para celebrar una reunión con el exalcalde Francisco González y los promotores de la asociación que ha reactivado las denuncias contra la alcaldesa.

Según Muñoz, los dos políticos le informaron en ese encuentro de que había decenas de vecinos dispuestos a denunciar la compra de votos y que también habría detrás un potente equipo jurídico para asesorarlos, por lo que propuso crear la asociación cívica. González y Gabella reconocen el uso del despacho del Cabildo, pero aseguran que la cita fue solicitada por los miembros de ese colectivo y niegan que en esa reunión se prepararan las demandas judiciales, pues las tres primeras se presentaron el 21 de abril, cuatro días antes de esa entrevista.

El presidente de Regeneración Democrática, José Luis Curros, anunció al día siguiente que la asociación seguirá adelante con las denuncias judiciales por delito electoral y acusó al exsecretario, primo suyo, de haber actuado por dinero. "Lo mismo que hicieron en Mogán con los ciudadanos, han hecho ahora con Antonio Muñoz, lo han comprado", afirmó Curros, quien exculpó a González y Gabella y anunció una querella contra su familiar, así como la presentación de nuevas pruebas que demostrarían la comisión de un presunto delito por parte de miembros de Ciuca y de funcionarios públicos en la tramitación de los votos por correo.

Por su parte, Onalia Bueno consideró que las declaraciones de Muñoz demuestran lo que ella dijo desde que se hicieran públicas las nuevas denuncias. A su juicio, "existe una confabulación orquestada por el PP y NC para intentar derrocar al gobierno municipal de Ciuca y el PSOE".

El escándalo en Mogán se entiende mejor si se tiene en cuenta que el aumento espectacular de los votos por correo, de 140 sufragios en el año 2011 a 560 el año pasado, es el que explica el vuelco electoral a favor de Ciuca. El PP advirtió de esos presuntos amaños durante la campaña electoral, pero su denuncia fue archivada. El exalcalde González, y también NC, sostienen que esos votos por correo y los que supuestamente compraron los miembros de Ciuca el mismo día de las elecciones suman justamente las 500 papeletas que permitieron la sorprendente victoria de Ciuca.

El partido de la alcaldesa logró 3.035 votos, frente a los 2.575 del PP, cuando las encuestas auguraban un triunfo de los populares e incluso el mantenimiento de su mayoría absoluta. Cuatro años antes, cuando aún no se habían apagado los ecos del caso Góndola - en el que siguen imputados Francisco González y Onalia Bueno-, el PP obtuvo 3.365 votos y Ciuca logró 1.692. Los demás grupos -PSOE, NC y CC- perdieron votos en las últimas elecciones municipales.

Con esos resultados, los diez concejales de Ciuca forman gobierno con los dos del PSOE, mientras que los ocho ediles del PP y la representante de NC, Isabel Santiago, denunciante del caso Góndola, han quedado en la oposición. Si en el anterior mandato eran Ciuca y NC los que formaban un bloque homogéneo contra el alcalde Francisco González, ahora son el PP e Isabel Santiago los que firman comunicados conjuntos contra Onalia Bueno y el PSOE.

Son los extraños compañeros de cama que hace la política y los moganeros se preguntan qué ocurrió entre Onalia Bueno e Isabel Santiago para que pasaran en pocos días de aliadas a enemigas irreconciliables. El último episodio de las denuncias agrieta aún más esa relación. Hay algo que no cambia: Santiago sigue siendo expulsada de los Plenos municipales, antes por González y ahora por Bueno.

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