La muerte de Domingo Marrero provoca un huracán de "enredos y malentendidos" entre las cuatro hijas que tenía desperdigadas por el mundo. Ninguna de ellas conocía la existencia de las otras hasta que un notario las cita en la mansión del difunto para comunicarles que "solo una recibirá la herencia". La nueva comedia de Juan Peña (Granada, 1963) ha conseguido reunir sobre el escenario a un elenco de actrices (Carmen Ramírez, Nieves Valcárcel, Flori Rodríguez y Raquel Urréjola) que se forjaron en el seno de la escuela municipal de teatro de San Bartolomé de Tirajana y hoy en día recorren la orografía insular en busca de un sueño. Tras colgar la semana pasada el cartel de lleno en el auditorio del centro cultural de San Fernando, Herederas vuelve a abrir mañana el telón del auditorio de El Tablero para hacer disfrutar al público durante hora y cuarto de una historia que lleva la esencia de Maspalomas en su denominación de origen.
Cuando Juan conoció a Flori y Raquel en la escuela municipal de teatro aún no se había "empeñado", como su productora indica (Mpeña2), a subirse de forma asidua al escenario. Ahora, ocho años después, no hay quien baje a ninguno de los tres de la tarima.
Por aquella época (2009), Juan ya había hecho sus "pinitos" en la gran pantalla y en espacios publicitarios, pero le faltaba el empujón definitivo para dedicarse a un mundo que desde pequeñito siempre había admirado. "Recuerdo que mi familia me llevó al Pérez Galdós con 10 años. Fuimos a ver actuar a un cliente habitual del restaurante de mi padre y cuando yo vi que el señor era capaz de hablar y moverse como una persona totalmente distinta, me enamoré del oficio", recordó Juan en un ejercicio de memoria improvisado.
En las clases de Sergio Gil se cruzó con Flori y Raquel, ambas con vocación de artistas desde que jugaban con las muñecas. La primera soñaba delante del espejo con ser actriz, "en compañía de mi hermana", matiza Flori, y a la segunda le hubiese gustado estudiar Arte Dramático si no fuera porque del teatro no llueven "los garbanzos". En su lugar, se hizo enfermera y hoy en día ejerce en el centro de salud de Maspalomas.
Para ambas el teatro se perfilaba como una "asignatura pendiente" que algún día, a lo largo y ancho de la vida, se puede recuperar.
Flori comenzó a trabajar joven en el sector turístico y hasta algo después de sus 40, "cuando ya los hijos terminaron de crecer", no pudo dedicarse a lo que realmente le "apasiona". "Ahora es cuando realmente me siento realizada como persona. Es como si la vida, o el teatro, me diera la oportunidad de cumplir uno de mis mayores deseos y de divertirme más que nunca con lo que hago", relata la secretaria del notario de la obra.
Para Raquel, el último fichaje de Las herederas, su salida a escena nunca había gozado de continuidad en el tiempo. Comenzó con el grupo Espiral, en la ciudad capitalina, luego se detuvo durante algunos años por eso de que la "Cooperación Internacional" te lleva a países lejanos y, finalmente, se reanudó en la escuela de San Bartolomé de Tirajana.
De las instalaciones, que custodia el consistorio sureño en San Fernando, nació una obra (Cada princesa es un cuento) que recogió lo mejorcito de la casa y de estos tres intérpretes amateur.
A aquellas sesiones también acudía la "camaleónica", como sus compañeros de reparto la denominan, Nieves Valcárcel, y la "todoterreno" Carmen Ramírez, ambas con amplia experiencia sobre la tarima. Algunas en épocas de carnaval, como Carmen, casi pasan más horas encima de un escenario que en su propia casa, ya que es la directora de la murga Las Fareras Escopetéas, que proceden del centro de mayores de San Fernando.
Nieves, a quien además de una peluca de actriz le encanta un micrófono de solista, colabora "intensamente" con las carnestolendas sureñas o la cabalgata de Reyes de la mano del ballet de Conchy Rodríguez.
Este elenco de artistas en potencia, vecinas de Maspalomas, comenzó a "trastear" con guiones teatrales y algunas llegó incluso a coquetear hasta con el séptimo arte.
Por su parte Juan, a quien siempre le había gustado escribir, comenzó a confeccionar historias. Tenías muchas cosas que contar y todas ellas con notas de "humor y crítica social".
"A veces me levanto en medio de la noche y me pongo a crear una historia delante del ordenador. Plasmo la idea original sobre papel y las improvisaciones durante los ensayos se encargan de modificar o completar el resto el trabajo", asegura Juan bajo la mirada cómplice de sus musas.
En 2012 y junto a Marcos Marrero, encargado del atrezo de las obras desde entonces, creó la compañía teatral Mpeña2. El primer fruto de esta relación laboral se bautizó en el mercado bajo el título de Hasta que la muerte no nos separe. Esta comedia, también escrita y dirigida por Juan, estuvo protagonizada en 2015 por Flori y Carmen. Un año después llegó La Diva, en la que repitió actuación Flori acompañada de Nieves. Tras conseguir gran aceptación en su público local, la obra comenzó a recorrer los auditorios de Valleseco, Arucas y Moya. Llegó a hacerse un hueco incluso en la cartelera del teatro Guiniguada de Las Palmas de Gran Canaria. Y en Mogán, fue tal la expectación que causó entre sus vecinos, que el elenco de actores tuvo que repetir hasta en cuatro ocasiones la función. La nueva entrega, Las Herederas, sigue los pasos de su antecesora. Tras arrasar el pasado viernes en el centro cultural de Maspalomas, se proyecta mañana en la casa de la cultura de El Tablero con "ilusión" y entusiasmo de la mano de un grupo de intérpretes que han hecho del Sur una nueva meca del teatro insular.