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Tenesor Peña, un financiero de película

El grancanario es director general de la multinacional española AGQ Labs en Estados Unidos. El isleño ha sido desde operador de fábrica a ejecutivo de EMI Music y Kinépolis

Tenesor Peña, un financiero de película

Tenesor Peña Ramírez nace en Las Palmas de Gran Canaria el 2 de junio de 1976 y desde que empieza a tener uso de razón se percata de lo que se lo pasa, y lo va a pasar, en grande. Para Tenesor todo lo que le ocurre, y ha ocurrido, resulta "muy interesante", da igual que si estudiando, practicando deporte y compitiendo desde que tenía seis años en el Metropole, que margullando a gafa y tubo con su padre Armando, el que le enseñó a nadar y disfrutar del mar en Playa Chica de Las Canteras, o estudiando el BUP y el COU en los Jesuitas de Vegueta. Todo le resulta "muy agradable y positivo".

A medida que desgrana su vida cada minuto es un entretenimiento, incluida en principio la anodina contabilidad, pero que él ha convertido en una lanzadera para ver mundo, que comenzó con el "primer invierno de verdad" al que sobrevivió en Pamplona, ciudad en la que cumplimentó su carrera en la Universidad de Navarra.

Y si se pensara que poner una única pieza miles y miles de veces para canalizar el cableado en la parte posterior del salpicadero de un Polo puede ser lo más aburrido del mundo, el financiero Peña Ramírez, también lo desmiente. Así se pasó ocho horas diarias -con una parada de diez minutos cada dos horas y cada cuatro un rato para el bocadillo-, como parte de una cadena de montaje de 3.000 personas durante los dos últimos años de estudios universitarios, que es cuando entra en la planta de Volkswagen en Navarra. "Un poco monótono, sí", asegura, pero, de nuevo, "una experiencia muy buena. Ahí conocí el valor del compañerismo, el trabajar en equipo y la potencia de los sindicatos".

Termina la carrera y con 24 años coge un tren en Irún con destino Madrid, "a disfrutar de la magia de las grandes ciudades".

Se domicilia en un piso compartido y se pone a echar currículum. Y a las dos semanas le surge una "cosa muy, muy buena". De botones en el hotel Carlton del Paseo de Las Delicias. "

Ahí estoy un mes recibiendo propinas, hasta que me sale un primer empleo financiero como contable junior en la empresa de telefonía sueca Tele 2, que irrumpe en España en 1999 con el propósito de bajar los precios en competencia con Telefónica."

Es ahí donde aprende todo lo básico de un departamento contable junto a un grupo de profesionales internacionales de alto nivel, para dar otro salto dos años después a Lisboa, donde Tele 2 abre sede tras ofrecerle el cargo de responsable de contabilidad.

"Ni me lo pienso". Lisboa lo deja marcado. "Una ciudad maravillosa en la que empiezo desde cero, desde alquilar la sede, comprar el mobiliario, contactar con abogados, a un nuevo idioma y una legislación diferente". Ya no es contable junior. Es jefe de contabilidad.

Ahí pasa cuatro años inolvidables hasta que Tele 2 pasa es absorbida en Francia por Vodafone y en Portugal se vende a Sonaecom. Y vuelve a Madrid a buscar trabajo y le contacta la distribuidora EMI Music, donde entra en su departamento financiero. "Un ambiente muy alegre", dice, con mucho artista y gente muy peculiar y con un catálogo en el que figuraba desde Radio Futura a Alaska, y desde los Rolling Stone a Coldplay. Pero también con "despidos cada dos por tres". El auge de internet y la consecuente piratería está hundiendo a las discográficas, y a EMI le ocurre otro tanto, "un imperio que poco a poco se va desmoronando, según veo nada más entrar".

Así que vuelve a buscar, eso sí tras un año de concierto en concierto, para contactar con la cadena de cines Kinépolis, una multinacional belga implantada en países como España, Francia, Italia... y creadora del concepto megaplex, que consiste en complejos de más de 20 salas de visionado, como la de Madrid, el más grande del mundo con sus 25 pantallas para 9.000 espectadores en total, y aforos asombrosos, como las mil butacas que acoge una de sus salas.

En Kinépolis entra como director de contabilidad. Como también era de esperar Tenesor es un apasionado del cine, y se pasa cuatro años de película visitando las distintas sedes en Granada, Valencia y también a la central, en la ciudad belga de Gante.

Asistía a los estrenos y lidiaba con costes de producción o la gestión de las salas de proyección en un entorno "que me encantaba, y de todas las empresas, de ésta me queda un recuerdo muy especial".

Pero da otro salto 'animal'. Es cuando lo ficha en calidad de director de contabilidad Royal Canin, de la multinacional Mars, otro ámbito que no solo le chifla sino del que sabe de qué habla porque, entre otras, había fundado junto con su pareja un proyecto para rescatar galgos que luego recolocaba en casas de acogida de Italia, Francia y Estados Unidos. La primera perra, Sirka, se la quedaron, compañera que compartiría la última gran aventura de Tenesor Peña.

Un capítulo que comienza en 2013, al año de estar en Royal Canin, cuando la empresa AGQ Labs, multinacional de origen español y cuyo director financiero fue su primer jefe en Tele 2 Madrid, José Ramón Sánchez, le propone liderar la apertura de una sede en el estado de California.

AGQ factura 25 millones de euros anuales, y está presente en 22 países en los que se dedica al análisis de productos agroalimentarios, a la seguridad alimentaria, a determinar niveles de pesticidas en frutas y vegetales para determinar si es viable su exportación o comercialización, y también al análisis de suelos y aguas para asesorar a los agricultores.

Estados Unidos

Un trabajo "muy bonito", como no podía ser menos para este isleño bueno de boca por naturaleza, hoy director general en Estados Unidos de la firma, pero sobre todo feliz padre, junto con su pareja Andrea Hernández, de dos gemelas de un año, Uma y Lola. Cuando hace balance de todo ello lo achaca a dos factores principales. Al papel de "mis padres, Armando y Olga, que me enseñaron los valores de esfuerzo, gratitud, honradez y empatía que me han facilitado lograr mis metas", y a una forma de entender el trabajo. "Hay que aprovechar el hecho de tener que ganar un salario para hacerlo de la forma más divertida e interesante posible y conocer otros entornos".

"El factor laboral", añade, "además de currículum, salario y posición social también ofrece distintas metas, como conocer otras gentes y sus culturas". En este aspecto los isleños tienen un plus, según aporta por su experiencia. "El canario siempre ha sido muy viajero, y lo mejor, que termina volviendo. Así es como he visto década a década cómo aquellos que vivían en grandes ciudades como Madrid o Barcelona han llevado al archipiélago nuevas ideas, y así es como se ven ahora negocios y modernos establecimientos que quiero creer que forman parte de la influencia de estas personas que han estado un tiempo fuera".

Desde la ciudad de Oxnard ofrece una panorámica de su Canarias natal, de la que dice que volverá, y especialmente a Las Palmas de Gran Canaria, de la que destaca su carácter cosmopolita.

Tras vivir y trabajar en Europa y hoy en Estados Unidos no tiene dudas en calificarla de moderna, y que ha sabido "beneficiarse de su posición geográfica en el cruce entre Latinoamérica, África y Europa" y resalta que propuestas como la rebaja fiscal a la industria del cine aplicadas a otros sectores como el tecnológico augurarían un gran futuro a las islas, porque al fin y al cabo, tienen "seguridad, buen clima y unas modernas conexiones que la asemejan a la propia California".

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