Los Llanos, en Santa Lucía, estrenó una nueva farmacia el pasado 7 de septiembre. La titular, María Eugenia Pérez, tardó más de 25 años en conseguir la concesión. "Hay que cambiar las leyes", solicitó. Pérez es diplomada en Sanidad desde 1992 y experta en ortopedia. Ha desarrollado toda su carrera como farmacéutica de oficina de farmacia. "Comencé los primeros diez años en una en el sur, y siempre me gustó el trato cara a cara, detalló.
Pérez se considera una boticaria de las de antaño. "Me gusta atender y enseñar a los usuarios cómo deben tomar los medicamentos", explicó. Aprendió inglés y alemán para poder cumplir las demandas de una farmacia en el sur. "Se atendía a mucho turista y, como lo hacía tan bien, cuando volvían al año siguiente venían a verme otra vez", señaló. Desde entonces siempre tuvo en mente abrir su propia farmacia cerca de su casa, en Santa Lucía.
Poco después decide acudir al colegio de farmacéuticos para solicitar el trámite para abrir su propio establecimiento. "El colegio ponía unos requisitos muy difíciles, ya no solo era poner dinero", afirmó. Tras el cambio de leyes, la administración, a través del Servicio Canario de Salud, se encargaba de las concesiones previo concurso de méritos. "Tenía experiencia de sobra por entonces" sostuvo Pérez. Desde 2000 tan sólo ha habido dos concursos. Uno en 2001 y otro en 2014. "Desde que lo intenté en 1992 me di cuenta de que las aperturas estaban muy complicadas", declaró.
En el primer concurso de 2001 se quedó a las puertas. "Estaba de las siguientes en la lista, me quede a un suspiro", detalló. Según Pérez, es más fácil comprar una que abrir de cero. "Pero yo no tenía el dinero para hacerlo, sí las ganas", aseguró. Tras el rechazo en 2001, Pérez consiguió trabajo en una farmacia en Santa Lucía. "Ya estaba un poco más cerca de casa, pero seguía queriendo abrir la mía propia", señaló. La ley establece que cada cinco años se convoca un concurso para la concesión de nuevas farmacias. "Con la llegada de la crisis todo se complicó", desveló.
Tuvo que esperar catorce años para que se convocara el siguiente concurso. "Fue angustioso, porque sabía lo que quería y todo estaba paralizado", explicó. En 2014 Pérez lo intentó por tercera vez. "Tampoco fue fácil, porque hasta 2016 no se dieron a conocer los resultados", manifestó. Por fin, después de 25 años, Pérez consiguió la concesión. "El día que salieron las listas fue de los más felices de mi vida", aseguró.
Pérez quiso denunciar la lentitud del proceso y los requisitos. "Dos concursos desde el 2000 cuando tendrían que haber sido cuatro", detalló. Desde septiembre la vida de Pérez ha dado un cambio. "He tenido la suerte, trabajada con creces, de vivir y trabajar en el municipio en el que me crié", explicó. Además, se esforzó para que su farmacia tuviese todo lo necesario. "Tenemos nutricionista, para la tensión, y todo lo que se puede tener", señaló. A casi un mes de la apertura, ya cuenta con dos empleados más otro en prácticas. "Espero seguir creciendo y ser ejemplo para futuros graduados", sentenció Pérez, más boticaria que farmacéutica de oficina de farmacia.
