La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

A clase en una goleta en alta mar

Alumnos suecos reciben sus enseñanzas de biología, liderazgo y tecnología a bordo del buque escuela 'Älva'

A clase en una goleta en alta mar

Unos 30 alumnos de Suecia, de entre 18 y 19 años, reciben sus clases en aulas con vistas envidiables al océano. Viajan a bordo del buque escuela sueco Älva, del Instituto Marino de Estocolmo, en el que reciben clases de biología marina y medio ambiente, tecnología marina y liderazgo y comunicación. El programa de formación de cada expedición tiene una duración de cinco semanas y los reemplazos de estudiantes se producen aprovechando algunas de las escalas del barco. El próximo intercambio tendrá lugar dentro de unos días en Tenerife, uno de los lugares que visitará el Älva en Canarias.

La embarcación llegó el pasado lunes al puerto deportivo Marina Lanzarote, en Arrecife, procedente de Tenerife. Con anterioridad estuvo en Agadir, en Marruecos.Anoche puso rumbo a Gran Tarajal, en la isla de Fuerteventura. También arribará a El Hierro y La Gomera.

En la temporada invernal la ruta del Älva discurre por la costa occidental de Marruecos, Madeira y Canarias. "A las Islas Canarias siempre nos gusta venir porque hay muy buen tiempo durante esta época y además por lo interesante de su flora y fauna marinas", aseguró ayer el capitán del Älva, Sören Engzell.

Explicó que uno de los temas en los que los chicos han centrado su atención en Canarias es el estudio de las aguavivas y las tortugas marinas. "Las tortugas son los depredadores naturales de las medusas y el problema con que nos encontramos es que las tortugas confunden los plásticos que hay flotando en el mar con las medusas y eso supone un problema muy serio. Por eso, es importante no lanzar residuos al agua", dijo Engzell.

Además de seguir sus estudios, los jóvenes se enrolan como marineros durante su estancia en la goleta Älva, por lo que ayudan, entre otras labores, en la cocina. Asimismo, conocen el entorno de los destinos en los que atracan. Así, por ejemplo, este miércoles realizaron un recorrido por la marina de Arrecife, guiados por una bióloga del ayuntamiento capitalino, quien les mostró los valores naturales de ese espacio.

Gustaan Lövgren, Allide Sjögren, Hugo Uddströmer y Astrid Lundmar son cuatro de los afortunados que han logrado una plaza en el Älva. "Nos gusta viajar y sabemos que Canarias es un lugar al que vienen muchos suecos de vacaciones por el clima, las playas y la amabilidad de los canarios", aseguraron los jóvenes.

El hogar e instituto de los pupilos suecos durante casi dos meses fue construido en 1939 en el astillero de Lödöse, cerca de Gotemburgo, situado en la costa oeste de Suecia. El Älva se destinó al transporte de mercancía en el mar Báltico y tras cincuenta años como barco de carga, fue acondicionado para el traslado de pasajeros. En los años ochenta fue el último velero registrado para uso comercial.

La eslora es de 44 metros de largo y su manga de 7,2 metros. El calado es de tres metros. El comedor, una sala de reuniones y la cocina, equipada como la de un restaurante, se hallan en la cubierta. Los quince camarotes, los servicios y las duchas se encuentran en el piso inferior. La capacidad para transportar personas es 80, pero el alojamiento es solo factible para entre 38 y 42 huéspedes.

De los tres años de formación en el Instituto Marino Stocksund, de Estocolmo, que cuenta con unos 450 inscritos, los estudiantes se embarcan cinco semanas. Dos pedagogos se encargan de su instrucción en el periodo de navegación.

Compartir el artículo

stats