La compañía eléctrica Endesa ha incorporado un dron, aparato aéreo no tripulado, para facilitar la revisión de sus líneas eléctricas en Lanzarote, especialmente en las zonas de difícil acceso. El director de Distribución de Endesa en Canarias, Javier Sánchez, presentó ayer este dispositivo en las instalaciones del club de aeromodelismo ubicado junto al Centro Agrotecnológico de Teguise.
Sánchez explicó que "el dron nos permite realizar tomas de fotografías y películas de instalaciones a las que en condiciones normales tendría que subirse una persona con el riesgo que ello conlleva, como las torres de alta tensión, además de tener que cortar la corriente. Por lo tanto, la seguridad de los técnicos y la continuidad del suministro son dos de los ventajas a la hora de utilizar un dron para revisar los tendidos ".
El aparato permitirá inspeccionar "cualquier línea aérea, incluso tejados y partes superiores de instalaciones a las que normalmente no se puede acceder, como la subestaciones ubicadas en San Bartolomé y Playa Blanca".
La subida y bajada del macizo de Famara, desde donde parte la conexión eléctrica con La Graciosa, es uno de los lugares idóneos en la Isla para utilizar esta tecnología.
La intervención del dron ahorra a Endesa al menos una semana de tiempo al no tener que avisar con antelación a sus clientes del corte de servicio programado para las revisiones, pues no se corta la luz. La intervención final tras llevar a cabo la visualización y diagnóstico, precisó Sánchez, "sí será igual que hasta ahora porque habrá que subirse a realizar la reparación".
Endesa cuenta en Canarias con dos pilotos con licencia para drones. El precio de esa herramienta es unos 15.000 euros y pesa 4,5 kilos. Tiene un diámetro de 75 centímetros, incluyendo las aspas. La autonomía de la batería es de entre ocho y diez minutos y puede alcanzar una altura de 120 metros y una velocidad de hasta 70 kilómetros por hora. Con vientos de más de 20 kilómetros por hora y con lluvia no puede volar.
