La ampliación del dique del puerto de Los Mármoles en Arrecife está cada vez más cerca. La construcción de 430 metros de nueva línea de atraque ha supuesto la llegada al puerto lanzaroteño del Kugira, que está considerado como el dique flotante más grande de Europa especializado en construir cajones de hormigón armado con unas dimensiones de 74 metros de largo, 49 de ancho y 56 metros de altura. Un 'albañil gigante' que atracaba ayer en Arrecife con la intención de empezar a construir el nuevo dique a partir del próximo 13 de junio con un ritmo de trabajo de 24 horas diarias.
El Kugira es propiedad de la empresa Acciona que junto a la empresa lanzaroteña Lanzagrava forman parte de la UTE encargada de construir el nuevo muelle con una inversión de 19,2 millones.
El objetivo del Kugira, que tiene una capacidad para construir cajones de casi diez mil metros cúbicos sin que el hormigón se moje, es fabricar siete cajones de hormigón para el muelle de Arrecife, en un plazo de tres al mes. Según la Autoridad Portuaria los trabajos de este dique flotante se han programado en el periodo comprendido entre los meses de junio y agosto, correspondiente a la temporada baja de cruceros, con el objeto de no interferir en uno de los negocios más rentables del muelle conejero.
Aunque en un principio estaba prevista la llegada de este barco para el mes de abril desde la Autoridad Portuaria se insiste en que los trabajos se realizarán en el tiempo previsto. El Kugira procede del puerto de Algeciras donde acaba de finalizar los trabajos para la prolongación del muelle norte de su dársena interior.
La empresa adjudicataria ha levantado junto al Kugira dos imponentes grúas para poder desplazar el material necesario. Desde Puertos se especifica que ya se dispone de todo el hierro y la maquinaria necesaria para la fabricación de los cajones e incluso están ensayadas las dosificaciones de hormigón a utilizar en el cajonero.
La construcción de los cajones de hormigón era una de las demandas de la Cámara de Comercio de Lanzarote y de las instituciones de la isla por la fuerte inversión económica que supone dentro del conjunto de la obra del nuevo dique. Y es que desde un principio se exigió que su fabricación fuera en la propia isla.
