La Graciosa, el mayor de los islotes y el único habitado del Archipiélago Chinijo, acaba de experimentar con éxito una nueva innovación energética tras la llegada del suministro eléctrico a la isla mediante un cable submarino desde el norte de Lanzarote en 1985. La octava isla canaria ha estrenado gracias a un proyecto piloto en ese territorio aislado un sistema autosuficiente para generar, almacenar y distribuir su propia energía solar.

El consorcio liderado por la compañía Endesa, en el que participa el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), dependiente de la Consejería de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno de Canarias, y CEN Solutions, es el que ha puesto en marcha la idea, cuyos satisfactorios resultados se presentaron ayer al Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y a los organismos e instituciones que se han implicado en la misma, entre ellos la citada consejería del Ejecutivo regional, el Ayuntamiento de Teguise y el Cabildo de Lanzarote.

Esta importante iniciativa se ha desarrollado durante dos años. Se puso en marcha en 2015 y se prevé que finalice el 31 de marzo de este año. Se trata de un firme paso cuyo objetivo a largo plazo es que La Graciosa, como El Hierro, se convierta en una isla 100% autosuficiente para cubrir su demanda energética con fuentes renovables.

En esta acción colaboran a su vez la Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía (Aicia), la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla (FIUS), la Universidad Pontificia de Comillas, la Universidad de La Laguna (ULL), La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), la Fundación para la Investigación y el Desarrollo de las Tecnologías de la Información en Andalucía (Fidetia) y el Instituto de Investigación en Energía de Cataluña (IREC).

La acción se denomina Graciosa, como el nombre de la Isla, iniciales de Generación Renovable con Almacenamiento y Consumo Inteligentes para la Operación de Redes de Distribución con Sistemas de Autoconsumo.

La implantación de ese sistema supondrá un ahorro del 30% en la factura mensual de la luz para los usuarios. De momento, en los ensayos de esta innovadora experiencia han intervenido el colegio Ignacio Aldecoa, la cofradía de pescadores, la oficina del Ayuntamiento de Teguise y dos domicilios particulares, en Caleta de Sebo, en cuyas cubiertas se han colocado placas fotovoltaicas. En determinados momentos estos edificios han sido autosuficientes energéticamente y también han dado suministro a otros vecinos del pueblo al tratarse de un sistema bidireccional. La energía limpia que ahora almacena la batería apenas cubre entre el 2% y 3% de la demanda de la isla, en la que residen unos 750 vecinos.

El consorcio ha implantado en La Graciosa una microrred que integra la generación distribuida obtenida a través de placas fotovoltaicas con unas baterías y ultracondensadores que ayudan a gestionar esa energía fluctuante. Además, tecnología como comunicaciones PLC, automatismos de baja y media tensión, sistemas de monitorización y control en tiempo real, aplicaciones de eficiencia energética, una batería de almacenamiento (de momento es un pequeño demostrador con capacidad de suministro durante media hora) y gestión activa de la demanda permiten integrar de manera eficiente la energía fotovoltaica en las redes convencionales. Se trabaja para desarrollar la tecnología y se prueban los sistemas para una capacidad mayor de suministro.

Con esta intervención en La Graciosa tanto el consumidor como la distribuidora y la empresa comercializadora tienen un papel activo en la eficiencia del sistema.

Se garantiza la fiabilidad del suministro energético a los residentes de la isla, se mejora el uso de la energía ganando eficiencia y reduciendo costes al consumidor y se podrán reducir las emisiones a la atmósfera gracias a la integración de las energías renovables y a la progresiva implantación de los vehículos eléctricos en ese territorio de 27 kilómetros cuadrados, algo mayor que el municipio de Arrecife, de 22,7 kilómetros, según el Centro de Datos del Cabildo.

El proyecto Graciosa está dotado con 2,4 millones de euros y ha sido subvencionado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), con el apoyo del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad y cofinanciado por los fondos europeos Feder con un millón de euros.

Mariano Gros, director de Distribución de Endesa en Canarias, explicó ayer que "con este proyecto estamos gestionando la demanda de los clientes para que en momentos en los que falle la generación de energía solar, por ejemplo, cuando pasa una nube, poder desconectar determinados suministros como un termo de agua caliente, una bomba o un aire acondicionado o en los que haya más generación de energía, poder llevarla a la batería de almacenamiento, que aporta la energía que no dan los paneles solares". Añadió que "todo está gestionado a través de la red de distribución y los sistemas de control".

Gros indicó en Caleta de Sebo que "hay que avanzar para que La Graciosa en su totalidad pueda generar, almacenar y distribuir su propia energía al 100%", pero admitió que el principal inconveniente está en la dificultad de conseguir capacidad para disponer de energía renovable almacenada para varios días, "puesto que puede haber varias jornadas sin sol u otras situaciones diferentes, aunque se está avanzando mucho en el desarrollo de las baterías". Una alternativa sería, en opinión de Gros, "tener conectados coches eléctricos a la batería, los cuales no dejan de ser una batería en sí y podrían convertirse en una pequeña central que suministrarían energía cuando faltara en la red en La Graciosa".