Los barrios de la ciudad que aglutinan al mayor números de locales nocturnos y zonas comerciales encabezan la lista de las zonas más molestas para el descanso vecinal por los ruidos que generan dichas actividades. Los agentes de la Unidad Nocturna del Ruido de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria vigilan especialmente esas áreas conflictivas, acústicamente hablando, del municipio y que se centran en el Puerto y Vegueta por la presencia masiva de locales de ocio nocturno, además de Siete Palmas, Escaleritas, Primero de Mayo y algunos puntos del extrarradio por ruido de maquinarias.

Esta unidad especial de la Policía Local instruyó el año pasado y el primer mes de este 78 expedientes, en locales comerciales sobre todo, por infringir la Ordenanza de Protección del Medio Ambiente. Esas denuncias son enviadas al Ayuntamiento para que los técnicos de Urbanismo las comprueben y procedan a imponer la sanción que puede ser de 120 hasta 600 euros. En casos muy recalcitrantes se puede llegar al precinto de la maquinaria que genera la molestia.

Las principales quejas de los vecinos de este mapa de ruidos nocturnos se centran en los locales de ocio nocturno. De hecho, el Grupo de Espectáculos de la Policía Local realiza todos los fines de semana mediciones en las zonas de copas de la ciudad. Los agentes de esta unidad señalan que las quejas por ruidos de locales nocturnos han sufrido un ligero incremento en el último mes y medio ya que la puesta en marcha de la Ley Antitabaco ha ocasionado que todos los fumadores se arremolinen a las puertas de bares, pubs y discotecas entablando conversaciones en alta voz en plena calle.

Sin embargo, y a pesar de la Ley Antitabaco, sí han detectado estos policías que en los últimos dos años se ha reducido considerablemente el número de denuncias al descender también, por la crisis, el número de locales abiertos tanto de ocio nocturno como comerciales.

Son estos locales comerciales otra fuente de problemas para el descanso nocturno de los vecinos, como señala la Policía Local. Normalmente, la Unidad del Ruido recibe una media de tres a cuatro quejas diarias por molestias que ocasionan aparatos extractores o de refrigeración de supermercados, tiendas o comercios situados en los bajos de edificios de viviendas.

En todas esas denuncias, la Unidad del Ruido hace las comprobaciones necesarias con un sonómetro calibrado para comprobar si se rebasan los niveles máximos permitidos -25 decibelios de noche y 45 de día- y en caso afirmativo, se advierte al infractor para que arregle o pare la maquinaria que lo causa. Aseguran los agentes que en más de un 80% de los casos hay un acuerdo entre el infractor y el vecino perjudicado por lo que la molestia cesa y no se llega a abrir expediente. Para los casos de molestias reincidentes y sin solución aparente es cuando la Policía Local sí incoa el correspondiente expediente de sanción o precinto en casos graves.

Otro caso son las multas que se ponen por perturbar la convivencia ciudadana a aquellos vecinos que en casos puntuales celebran fiestas hasta altas horas de la noche, o simplemente suben el volumen de sus televisores o equipos de música. En un 90% de estos casos el infractor cesa de molestar cuando los agentes les advierten. Pero para los que se nieguen a bajar el volumen aún a pesar del aviso policial, y sin necesidad de usar el sonómetro, pueden ser multados sobre la marcha con una sanción que se sitúa en torno a los 120 euros.