Medirán casi cuatro campos de fútbol, su altura equivale a un edificio de 24 plantas y su ancho a ocho calles y media de una carretera convencional. Sin embargo, por encima de sus descomunales dimensiones, su principal aportación al mundo de la navegación será que las bodegas podrán apilar un arsenal de hasta 18.000 contenedores. Las grandes navieras del mundo se han apuntado a la carrera de los megabarcos, que transformarán el mundo del transporte marítimo.

Las compañías de cruceros construyen inmensas urbanizaciones turísticas flotantes, los yates se hacen más grandiosos y lujosos, y el mundo del transporte marítimo tampoco se puede quedar atrás. Su nombre ya asusta. Se trata de los barcos triple-E, encargados a un astillero coreano por la segunda naviera más importante que opera en Las Palmas, Maersk, y que nacerán como "los buques más grandes y eficientes jamás construidos". Y en esta revolución de los mares, el Puerto de Las Palmas no se quedará al margen.

La Luz ha recibido en alguna ocasión barcos de unos 13.000 contenedores. Pero ha sido la excepción, y motivado por un temporal que obligó al capitán a tocar tierra para evitar que su carga terminara en el fondo del océano.

Los mayores portacontenedores que atracan en la ciudad tienen unos 350 metros de eslora y unos 8.500 contenedores. Y, en el mejor de los casos, las terminales podrían dar servicio "aunque con apuros" a portacontenedores de hasta 14.000.

La realidad es que La Luz no está preparada para mover la carga de los megabarcos en construcción. El problema no es que los muelles sean pequeños, ni la profundidad de los muelles, sino, principalmente, que las grúas carecen de las dimensiones para llegar a los extremos de estas nuevas unidades que comenzarán a botarse en dos años.

Pero, de momento, tampoco le hará falta: las compañías reenviarán a La Luz a sus actuales gigantes que ahora operan por el mundo, para los cuales no habrá problemas. La terminal de La Luz tiene las dos grúas más grandes del Puerto, con casi 100 metros de altura, que pueden cubrir hasta nueve contenedores en cubierta.

Los nuevos barcos de 18.000 contenedores, con 400 metros de eslora, 73 de altura y 59 de ancho, reemplazarán a esos barcos que actualmente operan en las largas rutas entre Europa y China.

El director general de la terminal La Luz, Francisco Naranjo, afirma que, aunque el Puerto no está de momento capacitado para dar servicio a estos megabarcos, esta nueva revolución en los mares beneficiará a las Palmas, porque permitirá realizar un mayor movimiento de contenedores por cada escala que realice la nueva remesa de buques.

Propulsión extra

Una opinión compartida por el presidente de la Autoridad Portuaria, Javier Sánchez-Simón, quien apunta que si la media de los portacontenedores es ahora de entre 4.000 y 5.000 contenedores, con la llegada de los nuevos buques rondará los 8.000 y 9.000. Además, señala que una de las razones de la bajada de los transbordos ha sido, precisamente, captar más tráfico de estos barcos que se redistribuirán por los puertos de todo el mundo, una vez que las compañías renueven su flota por buques más grandes en pocos meses.

Maersk dice que los megabarcos en construcción no sólo serán muy grandes, sino que reducen respecto a sus predecesores un 20% su emisión contaminante, y un 35% el consumo de combustible, gracias a que un avanzado sistema de recuperación del calor permite su aprovechamiento para conseguir una propulsión extra. Algo así como los kers en la Fórmula 1.

Maersk mueve en el Puerto unos 60.000 contenedores al año, por 700.000 de su principal competidor, Mediterranean Shipping Company (MSC).