El Ayuntamiento de la capital ha pedido dos sonómetros prestados al Cabildo de Gran Canaria para hacer una batida el próximo fin de semana en locales denunciados por los vecinos por exceso de ruidos. La Policía Local no ha podido comprobar las denuncias presentadas en los últimos ocho meses -ayer el gobierno municipal elevó su número de 40 a 60-, ya que no tienen disponibles los sonómetros para verificar el exceso de ruido. La mayoría de los expedientes tienen que ver con locales, pubs y restaurantes, aunque también hay quejas contra talleres, garajes, supermercados, un gimnasio y un hotel.

Once sonómetros de la unidad del Ruido se encuentran, algunos desde hace más de un año, "haciendo cola" en el Centro de Metrología de Madrid para ser calibrados, según volvió a asegurar ayer la edil de Urbanismo, Mari Carmen Hernández Bento, quien añadió que el gobierno municipal ha optado por pedir prestados dos medidores de los niveles de ruido al Cabildo, porque a su juicio la ciudad no puede esperar más. Según manifestó Bento ayer, "los sonómetros" enviados a Madrid "llegarán el lunes, pero estamos trabajando en un plan para comprobar este fin de semana en los lugares donde se han recibido denuncias más insistentes, porque no sabemos cuales son las más graves hasta hacer las mediciones", ya que la percepción del ruido es subjetiva.

Gran parte de las denuncias están localizadas en el Puerto, aunque también hay quejas en Vegueta y Triana y en Siete Palmas. La confluencia de tres locales en la calle Sargento Llagas ha provocado un gran número de denuncias en esta vía. Bento reconoció que esta es la calle más problemática, al tiempo que expresó su "preocupación" porque "la mayoría de las denuncias de los vecinos no tienen que ver tanto con los propios locales, que suelen estar insonorizados, como de la gente que se acumula en la puerta". "Nos hemos reunido con propietarios de algunos locales y les hemos pedido su colaboración" a los tres que están en la calle Sargento Llagas, "porque la mayor parte de las denuncias se producen por la aglomeración en las puertas". Bento ha decidido enviar un sonómetro de Actividades Clasificadas a un centro de Metrología de Barcelona, "a modo de prueba" para no depender solamente del laboratorio de Madrid. Los sonómetros tienen que calibrarse cada cierto tiempo, una vez vence su periodo de homologación, según explicó la concejala, quien manifestó que se le ha dicho al jefe de la Policía que escalone el envío de los aparatos para que no coincidan todos en el proceso de calibrado.

La presidenta de la Asociación de Vecinos Triana-San Telmo, Pepa Sánchez, ha denunciado que la ausencia de sonómetros deja a los ciudadanos en la "indefensión", ya que sin dichos aparatos no pueden probar el exceso de ruidos, requisito imprescindible para tramitar la sanción.