Primavera de 2013. Esa es la fecha que baraja el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para que el servicio de préstamo de bicicletas pase a ser gestionado por una empresa privada. Ayer se dio el primer paso para ello al aprobarse por unanimidad en comisión de pleno la Memoria para la declaración de servicio público al transporte individual de bici pública. Los 15.500 usuarios actuales contarán con más bicicletas y con más puntos de recogida y entrega, pero el servicio dejará de ser gratuito.

El concejal del área de Movilidad Ciudadana y Medio Ambiente, Ángel Sabroso, explicó ayer que la ciudad francesa de Lyon está sirviendo como ejemplo para redactar el pliego de condiciones de este nuevo servicio público de transporte que con toda probabilidad saldrá a concurso público en noviembre y que será una concesión por varios años.

El Ayuntamiento, que será el que estipule las tarifas de este nuevo servicio público de transporte, estima que los usuarios no pagarán más de 40 euros por un abono anual, 3,5 euros en el caso de un abono mensual. "Es el precio medio que se paga en las ciudades españolas donde se utiliza este tipo de transporte", indicó el edil.

En la actualidad dicho servicio es gratuito salvo el coste de enviar un SMS para liberar el vehículo de dos ruedas de los once puntos de entrega y recogida existentes en la ciudad. El uso y mantenimiento de dichos puntos y de las 130 bicicletas cuesta a las arcas municipales 100.000 euros anuales.

Los usuarios pagarán por usar el vehículo de dos ruedas pero contarán con más bicicletas y puntos de entrega y recogida durante los 365 días del año las 24 horas del día. Sabroso señaló ayer que habrá 500 bicicletas nuevas y 45 estaciones distribuidas como una malla por la parte baja de la ciudad. "No renunciamos a ofrecer el servicio en otras partes de la ciudad, pero el 75% de los desplazamientos en bici se producen en la zona baja de Las Palmas de Gran Canaria", argumentó Sabroso.

La concejala socialista Isabel Mena, por su parte, criticó ayer el cobro del servicio ya que, en su opinión, "no hay arraigo suficiente" entre los ciudadanos para que la bicicleta se convierta en transporte público, y señaló que el número de usuarios podría descender por dicha causa. La edila añadió que la actual red de carril bici es escasa y que antes de pagar por el servicio lo que tendría que hacer el Ayuntamiento es ampliar la infraestructura a toda la ciudad y no sólo a la zona baja.