El megayate Quattroelle atracó ayer en el muelle Santa Catalina de camino en su primer viaje al Caribe tras ser botado el año pasado. Este barco de recreo de 86 metros de eslora se alquila por un millón de euros a la semana más gastos cuya gestión corre a cargo de la agencia Moran Yacht & Ship.

La flamante embarcación procede de La Coruña donde se refugió del mal tiempo en el mar que se anunció para este fin de semana. Llegó solo con la tripulación, compuesta por 25 miembros desde el puerto noruego de Kristiansand.

Construido por el astillero líder alemán Lursen, bautizado inicialmente como Proyecto Bellísimo, ha sido completamente diseñado tanto exterior como por dentro por el estudio veneciano Nuvolary & Design Lenard. La ventanas de media luna en su cubierta principal es una característica particularmente llamativa de su diseño.

A bordo del Quattroelle se ofrecen seis cabinas bellamente decoradas con capacidad para 12 personas con un servicio de tripulación de hasta 28 profesionales distribuidos en 14 cabinas.

Entre las características especiales de este magnífico buque, que se ubica en el puesto 29 de los yates más grandes del mundo, destaca un gran gimnasio, spa, salón de belleza, cine, galería de arte, cuatro motos acuáticas y equipos de buceo.

Los expertos consideran que es una exitosa combinación de elegancia y de estilo deportivo que lo coloca en el camino de convertirse en un clásico. El tamaño de la embarcación con sus voluminosas medidas era un desafío, pero con su distribución y estudio cuidadoso Nuvoraly Lenard ha conseguido un aspecto liso del vaso. El diseño de embudo y su fórmula invertida crea la silueta distintiva del Quattroelle.

La presencia de este novedoso yate pone al Puerto de Las Palmas otra vez más como una de las bases de estas espectaculares embarcaciones en sus travesías invernales hacia el Caribe. Precede a la reciente estancia en el muelle Santa Catalina del superyate del emirato qatarí. El espectacular barco de acero Al Mirqab iba en camino contrario pues venía de las Antillas Holandesas con destino a Grecia.

Con sus 133 metros de eslora, este barco propiedad del primer ministro de Qatar, ocupa el puesto décimo segundo de los yates más grandes del mundo. Canarias presencia el paso de 600 megayates cada invierno y su reto es que pasen más tiempo aquí.