El sociólogo y profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Miguel Guerra García de Celis explicó esta semana que los residentes fantasma de Santa Cruz de Tenerife que han aparecido en el padrón del 2011 no son nuevos y que ya en 1991 el Instituto Nacional de Estadística (INE) le quitó a aquel Ayuntamiento 22.700 habitantes, al cotejar los datos del Padrón municipal grabado ese año por el Instituto Canario de Estadística (Istac), con el censo de población y viviendas del INE de ese año. "Esa practica ya viene desde 1991 y no se ha corregido".

Guerra, que de 1986 a 1993 fue responsable del departamento de Estadística de Población - primero en el antiguo Centro de Documentación de Canarias (Cedoc) y después en el Istac- asegura que esa cultura de los ayuntamientos de "de no perder habitantes o mejorar las cifras inflando la población residente" no es nueva y que detrás de ello se escondía el interés político de los recursos económicos que entrañaba el sistema de financiación municipal.

La cifra de población es, según el experto, determinante para la financiación de los ayuntamientos pero, también, para definir la categoría administrativa de lo mismos por lo que a ninguno le interesa perder población. "Superar la frontera de 200.000 habitantes es mucho más que una cifra de población, porque coloca al Ayuntamiento en otra dimensión administrativa de efectos importantes, ya que incrementa el número de concejales de un municipio, otorga más beneficios en el reparto del Fondo de Financiación Municipal y los Fondos del Régimen Económico y Fiscal (REF) y tiene efectos importantes en Canarias por el asunto de la Capitalidad por lo que, en la práctica, son muchos los intereses para incrementar el número de habitantes", puntualizó.

Historia repetida

La historia se repite hoy, aunque con el padrón del 2011. El INE le restó 15.306 habitantes al municipio de Santa Cruz por no justificar con fotocopia del DNI los mayores de 16 años que no tenían número o cuyo carné era de otra persona; que ya se venía constando desde el 2009 y que se pidió rectificar. Algunos registros eran de 1996. Una práctica que también se ha constatado en otros municipios.

El sociólogo asegura que en el caso de Canarias, no solo en el Ayuntamiento de Santa Cruz ha habido una mala gestión en el empadronamiento municipal. Aunque puntualiza que esos "criterios generosos y amplios" a la hora de inscribir a nuevos ciudadanos como vecinos, no se debe a incorrectas prácticas en la gestión padronal, o al funcionario de turno, sino, en algunos casos a "instrucciones más o menos veladas de los responsables que estaban al cargo de los organismos públicos con responsabilidad directa en la estadística municipal o en organismos con responsabilidad en la estadística pública de Canarias, el propio INE en Santa Cruz de Tenerife y el Istac en el ámbito de Canarias.

Al hilo de ello, se pregunta, si no es casualidad que el incremento de ciudadanos fantasmas que aparecen en el padrón desde 1996 coincide con años en que la responsabilidad de la estadística pública de Canarias, los responsables del Istac y de la Consejería de Economía - de quien depende dicho organismo - fueran de ATI (Agrupación Tinerfeña Independientes), socio fundador de Coalición Canaria que empezaron a declinar el verbo "tinerfeñear". "En un mismo domicilio de Santa Cruz, por ejemplo, podrías encontrar en una misma hoja de empadronamiento 40 o 50 personas en una misma vivienda que, ni siquiera estaba registrada como tal. O, simplemente, podías empadronarte en un domicilio, aunque no fuera tu residencia habitual, con llevar simplemente el título de propiedad, asegura.

Desde el 1 de mayo de 1996, fecha en la que el INE estableció el padrón como un Registro Administrativo Continuo, y un fichero único informatizado para todos los municipios españoles, estas prácticas han podido detectarse con más facilidad. No obstante, Guerra indicó que él ya advirtió de estas malas prácticas al analizar, entre otras fuentes estadísticas distintas, el porcentaje "inusual" del abstencionismo electoral en el municipio de Santa Cruz. "Sistemáticamente aparecía un abstencionismo superior a la mayoría de ayuntamientos canarios, que llegó en alguna ocasión al 50%, cifra significativamente más alta a la atribuida al de la abstención técnica".

El sociólogo indica que el censo electoral, que se nutre del padrón de cada municipio, permite detectar las cifras infladas ya que las listas del censo electoral que se han de cotejar en el momento de votar, exigen el carné de identidad, un documento intransferible y propio para cada ciudadano, y se vota en un colegio electoral del ayuntamiento en el que se está empadronado y no en otro y, además, en una sección electoral concreta. "Para poder votar hay que estar inscrito en el padrón de un ayuntamiento y este organiza la secciones electorales de cada distrito municipal. Es un filtro que permite observar diferencias entre Padrón Municipal y censo Electoral de cada ayuntamiento".

Incremento poblacional

Guerra señala que el incremento de población de cualquier municipio está en función del crecimiento vegetativo -diferencia entre los nacimientos y defunciones- y de los saldos migratorios -diferencia entre emigrante e inmigrantes-. "Los datos en general de Canarias, pero con mucha diferencia los de Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife, han sido en los últimos años positivos en ambas dimensiones de incremento poblacional. Lo que extraña y no se explica bien son las diferencias entre Gran Canaria y Tenerife desde el último Censo general de Población en 2001, en el que en Tenerife el saldo migratorio se disparó", aclara, y añade que en la isla tinerfeña se fue "incrementando progresivamente la población hasta sobrepasar la de Gran Canaria sin que esta dinámica de crecimiento pueda confirmarse con otras fuentes y datos estadísticos".

El sociólogo responsabiliza el papel y la función del Istac, ya que entiende que el Instituto - dependiente de la Consejería de Economía desde que se creó en 1991- tenía que haber velado con el INE por la bondad de los datos y por corregir las incidencias. "La sombra alargada de ATI ha estado en este fregado porque sus dirigentes, responsables de estos años, eran quien tenían que haber ayudado a corregir todas las irregularidades. Y no lo digo como experto sino porque lo viví en primera persona en 1991, cuando siendo responsable de estas estadísticas de población y siendo José Emilio García Gómez alcalde de ATI de Santa Cruz nos enfrentamos por 22.720 habitantes del padrón, ante la presencia del entonces delegado del INE en la provincia, Álvarez del Buergo; que aprobó finalmente la cifra más ajustada al padrón grabado por el Istac".