La romería en honor a la virgen del Rosario de Vegueta se convirtió ayer en el mejor souvenir que se pudieron llevar los cientos de cruceristas que visitaban el casco viejo de Las Palmas de Gran Canaria, tras atracar a primera hora de la mañana en el muelle de Santa Catalina los cruceros MSC Sinfonia, Celebrity Eclipse y Aidastella, con cerca de 7.000 pasajeros a bordo entre los tres barcos [mas información en página 5] Los visitantes que paseaban por Vegueta al mediodía no cesaron de sacar fotografías a los romeros, las carretas y los enormes bueyes que tiraban de ellas así como de las rondallas y bailarines que, bajo un sol de justicia, llenaron de color y música el camino desde la Alameda de Colón hasta Santo Domingo.

El tradicional desfile -que comenzó al mediodía, aunque con media hora de retraso sobre el horario previsto- pilló a los turistas que visitaban el casco histórico a esa hora desprevenidos pero los entusiasmo al instante. Eso fue lo que le pasó a Lyn Gardiner, residente en San Francisco (Estados Unidos), y que había desembarcado unas horas antes del Celebrity Eclipse con un grupo de amigos. "Venimos seis amigos en el crucero. Dos son de Australia, dos de la costa este de EE.UU y nosotros, que somos de San Francisco", explicaba en una mezcla de inglés, español e italiano.

La crucerista estaba completamente excitada por lo que veíansus ojos, a pocos metros del Gabinete Literario. "Estoy muy sorprendida; no me esperaba ver esto en la ciudad", mientras preguntaba si el desfile se desarrollaba todos los domingos en la ciudad y si aquello que veían sus ojos ocurría en todos los municipios de la Isla.

A Lyn Gardiner, que se embarcó hace unos días en Southampton (Inglaterra) para recorrer Madeira, Canarias y Portugal, le habían encantado las Islas. "Es la primera vez que las visito, pero son muy bonitas. Ayer estuvimos en Tenerife pero no había nada esto", comentaba feliz de haberse topado con la romeria del Rosario, donde se concentran algunas de las esencias de lo que es Gran Canaria.

Lyn Gardiner no sabía dónde mirar ante la concentración de romeros que ocupaban la calle Muro a la espera de partir hacia Obispo Codina camino de la plaza de Santo Domingo, epicentro estos días de los festejos en honor a Nuestra Señora del Rosario. Y es que cualquier detalle era digno de inmortalizar con su cámara.

Ningún turista quería perder la oportunidad de capturar fotográficamente a los romeros y grupos musicales antes de que la comitiva comenzara a rodar por las calles y se quedaban atónitos cuando estos les invitaban a retratarse con ellos. Era tal el entusiasmo que en algunos grupos se colocaban varios cruceristas que nada tenían que ver entre sí.

Las romeras Soraya Díaz, Yurena Acosta y Luz María Bayón, vestidas con unos trajes muy vistosos, se convirtieron en protagonistas de muchas de las instantáneas de los turistas. "No llevamos ni media hora aquí y ya nos han hecho unas 50 fotos", apostillaba Luz Marina Bayón minutos antes de que el desfile se pusiera en marcha.

Las jóvenes ponían la mejor de sus sonrisas para posar solas o con algún turista que se quería retratar con ellas a pesar del calufón, que ningún abanico era capaz de calmar. "Nos estábamos ajustando el vestido y ya nos pedían que nos fotografíaramos con ellos", añadía.

Y no era para menos ya que las jóvenes destacaban sobre otras romeras por vestir las blusas caladas y las faldas bordadas. "Llevamos el auténtico traje de Néstor hecho a mano por artesanas", comentaba Soraya, moviéndose la camisa para que le entrara aire fresco en el cuerpo.

Las jóvenes acompañaban la carreta del Cabildo insular, una de las diez que desfiló por Vegueta con objetos tan variados como una máquina de coser antigua de la marca Singer, dos hombres luchando y un horno de pan.

La carreta del Gobierno insular, que seguía a la del propio Ayuntamiento, contenía tan solo flores y frutas tal y como antiguamente se decoraban las tartanas que acudían a las fiestas de Teror. Lo explicaba su propio creador, el conocido belenista Fernando Benítez, ataviado también de típico para la ocasión.

Luz Marina señalaba que los turistas tocaban las berenjenas de los cestos tras hacerse la foto para comprobar si eran o no de verdad. "Brillan tanto que creen que son de mentira".

La Orden del Cachorro, la entidad social y cultural que defiende el folklore y las tradiciones canarias y que curiosamente tiene su sede social en un edificio de la plaza de Santo Domingo, también desfiló en la romeria con una carreta repleta de productos alimentarios tanto perecederos como no para ayudar a las familias necesitadas. Un cargamento similar transportaban los representantes del mercado de Vegueta.

Desde el Guiniguada, la perspectiva de la calle Obispo Codina parecía que discurría una manifestación entre romeros, turistas y residentes apostados a la sombra de las cornisas de los edificios, mientras los grupos de baile y las parrandas no cesaban de bailar y tocar.

La comitiva no solo regaló algunos bailes típicos sino que, a las puertas de la Catedral, un grupo de jóvenes romeros se enzarzó en el juego del palo.

Todas estas imágenes fueron recogidas no solo por las cámaras y móviles de los asistentes al acto sino también por Gonzalo Santana, natural de Telde, que desde hace varios años graba cualquier romería, enyesque, verbena o fiesta que se desarrolla en Gran Canaria para colgarlo, posteriormente, en Youtube.

Sus hijos Gonzalo y Fátima, cámara y micrófono en mano, respectivamente, se encargaban, mientras tanto de captar las sensaciones que vivían los romeros. Para Fátima, que acaba de lanzarse al ruedo en el periodismo, se trataba de su primera romeria de ciudad. "Comencé este año con la de San Mateo; al principio me dio mucha verguenza pero ya estoy más suelta. La gente colabora mucho con nosotros".