La puesta en marcha de las depuradoras de Tamaraceite y Tenoya, cuyas obras de ampliación y renovación se iniciaron en 2011, arrastra ya más de dos años de retraso, pese a estar ya terminadas y ser una pieza clave para reducir el volumen de vertidos al mar de aguas sin depurar. Las estaciones tienen capacidad para depurar 10.500 metros cúbicos al día y aliviarían a la depuradora de Barranco Seco, que carece de capacidad para purificar todas las aguas fecales que produce el municipio.
De hecho, una cuarta parte de las aguas negras que recibe la estación de Barranco Seco entre las 12.00 y las 17.00 horas, se vierte al mar, según asegura un informe del Seprona, que forma parte de la investigación abierta por el Juzgado de Instrucción número tras la denuncia de la Fiscalía de Medio Ambiente por un presunto delito contra los recursos naturales.
El Ayuntamiento no tiene aún fecha de apertura para las estaciones de Tamaraceite y Tenoya y asegura que la primera está todavía en "periodo de pruebas". La última fecha para la puesta en funcionamiento de las plantas que dio el concejal de Medio Ambiente, Ángel Sabroso fue el verano pasado. Pero pasó el verano y también el otoño y el Ayuntamiento está pendiente todavía de recibir dichas plantas para cederlas a Emalsa y ponerlas en marcha.
Fuentes del Gobierno municipal justificaron ayer el retraso porque se trata de un proyecto "muy complejo", ya que hay que coordinar las dos plantas con los depósitos de La Minilla y del Doctor Negrín y las nuevas conducciones.
"El proyecto de la estación depuradora de Tamaraceite ya está en su fase final, en el proceso de verificación de problemas técnicos para comprobar que todo funcione bien. Están realizando las pruebas para luego recepcionarla", señaló un portavoz del Gobierno local.
Otras fuentes municipales apuntan a la existencia de problemas con Emalsa, que reclama un incremento del contrato de depuración para poner en marcha las plantas, pero desde el Gobierno municipal se limitaron a asegurar que el retraso se debe a que se está verificando que las plantas funcionan perfectamente antes de recibirlas.
La nueva depuradora de Tamaraceite tiene capacidad para tratar 9.000 metros cúbicos al día y la de Tenoya, depurará 10.500 metros cúbicos. Cuando entren en funcionamiento, multiplicarán por tres el volumen de agua que se depuraba en el distrito de San Lorenzo-Tamaraceite-Tenoya. Las dos depuradoras fueron adjudicadas durante el mandato anterior, junto a la renovación de la red de saneamiento del barranco de Tamaraceite y la construcción de un depósito de 5.000 metros cúbicos en el acceso al cuartel de Manuel Lois. Además se ha construido otro depósito de 10.000 metros cúbicos de capacidad en la zona de La Minilla, junto al Hospital Negrín, para impulsar las aguas hasta la red de saneamiento de Las Palmas note, que tendrá otra conducción paralela en sentido inverso.
Colectores
Según indicó Sabroso el pasado mes de mayo, la planta de Tamaraceite va a descargar los colectores de Guanarteme, Las Canteras y el Ovoide de la Ciudad Baja, así como la estación de bombeo del Teatro, lo que evitará los vertidos al emisario submarino a al barranco Guiniguada.
Otro objetivo que se persigue con estas plantas es la eliminación de los vertidos al barranco de Tamaraceite, que en durante el otoño y el invierno son arrastrados hasta el mar por las lluvias. La portavoz del PSOE, Isabel Mena, criticó ayer el retraso en la apertura de las plantas, al considerar que "su puesta en marcha es fundamental para acabar con los vertidos" en la capital grancanaria. La edil socialista recordó que la construcción de las infraestructuras fue posible gracias a la partida de 52 millones de euros que el anterior alcalde Jerónimo Saavedra consiguió del Ministerio de Medio Ambiente para acabar con las deficiencias que impedían depurar la totalidad de las aguas negras que produce la ciudad. "Cuando llegamos al Ayuntamiento en 2007 nos encontramos con tres expedientes que la Comisión Europea había abierto a la ciudad por los vertidos.
El responsable de Aguas se reunió con el Ministerio de Medio Ambiente y consiguió una partida de 52 millones de euros" para mejorar las infraestructuras de depuración. En esa partida, añadió, se incluyó la nueva red de saneamiento del barranco de Tamaraceite, entre otras actuaciones de depuración. "Presentamos esos proyectos y conseguimos dejar en suspenso los expedientes abiertos por Europa, a la espera de que tomaran medidas para evitar los vertidos, indicó Mena, quien añadió que lo primero que hizo el Gobierno de Juan José Cardona, nada más llegar, "fue modificar el proyecto, para reducir la capacidad de depuración de la planta y rebajar el presupuesto en un millón de euros", lo que provocó la paralización de la obra y el retraso de la misma.
A juicio de Mena, las plantas tenían que haber comenzado a funcionar hace más de dos años. "Entre 2005 y 2007 no se invirtió ni un euro en renovar las tripas de la ciudad y lo tuvieron muy fácil para conseguir esa financiación. Nosotros conseguimos 52 millones de euros y lo que tenía que haber hecho Cardona era seguir buscando financiación del Estado para terminar de resolver todas las deficiencias que quedan en materia de saneamiento. En este mandato no se ha invertido ni un solo euro", criticó la concejala.
