La ciudad se vistió ayer de campo durante unas horas. La llegada de un buque gañanía procedente de Montevideo (Uruguay) con 18.238 cabezas de ganado en su interior, dejó ayer un fuerte tufo en la ciudad baja, que provocó las quejas de los ciudadanos que tenían que tapar los orificios de sus narices para evitar el hedor. Fueron poco más de 12 horas durante las cuales la tripulación cargó la embarcación de combustible, agua y provisiones para continuar su rumbo hacia Egipto.
El Almawashi, de 195 metros de eslora y con bandera de Panamá, llegó pocos minutos después de la medianoche de ayer a la bahía de la capital grancanaria, donde permaneció fondeado a pocos metros del muelle León y Castillo. Pero su aroma no fue perceptible hasta primera hora de la mañana, cuando la ciudad comenzó a rugir como cada día.
El buque, compuesto por miles de compartimentos en el que viajan los animales, desprendía un olor pestilente que se empezó a colar en barrios como Arenales, Triana o San Cristóbal gracias a los vientos alisios del noroeste que predominan estos días sobre la urbe.
Desde la Autoridad Portuaria del puerto de La Luz se informó de que la embarcación realizaba las tareas de avituallamiento necesarias para continuar su viaje después de que zarpara hace días del puerto de Montevideo, en Uruguay, para continuar el camino hacia el puerto de Alejandría, en Egipto, tal y como indicó la consignataria Alfaship, que representa al buque en Las Palmas de Gran Canaria.
El fuerte olor hizo que incluso el Consistorio capitalino recibiera llamadas solicitando información sobre su procedencia, a las que se respondió en ningún caso se debía a instalaciones municipal y que estaba relacionado con el buque fondeado frente a la Avenida Marítima.
En todo caso, la ciudad corrió más suerte que otras en las que este navío ha hecho escala anteriormente. En puertos como el del de Veracruz, en México, provocó enormes quejas debido a que el hedor permaneció en la ciudad durante cuatro días, el tiempo en el que estuvo amarrado para cargar a los miles de animales que iban a ser trasladados a Turquía, como reseña el periódico Veracruz Informa. O en la localidad venezolana de Puerto Cabello, donde también estuvo tres días anclado con la evidente peste que desprendían los animales.
