La capital grancanaria ha perdido la posibilidad de contar con una inversión de 1,32 millones, procedentes en su mayor parte de fondos europeos Feder, para poner en marcha un proyecto de ahorro de energía en la producción de agua desalada, al rechazar la subvención que le concedió el Gobierno canario. La subvención millonaria habría permitido además modernizar Las Palmas III, la única desaladora que está en funcionamiento en la actualidad y que produce más del 80% del agua de abasto de la capital. El concejal de Aguas, Roberto Santana, ha justificado la renuncia porque "no daba tiempo material de terminar la obra en el plazo fijado, que concluía en diciembre de este año".
Santana notificó al Gobierno canario el pasado mes de septiembre la renuncia del Ayuntamiento a la ayuda por "imposibilidad de aplicación, según los requisitos exigidos", al tiempo que destacó la "imposibilidad de formalizar un convenio con Emalsa para la redacción del proyecto y la ejecución de la obra". Esta última, afirmó el edil, fue la alternativa que buscaron los técnicos para agilizar la adjudicación del proyecto, pero "tanto la Intervención del Ayuntamiento como los servicios jurídicos pusieron reparos a esta vía", al considerar que la actuación la tenía que llevar a cabo el consistorio.
Santana se defendió durante el pasado pleno municipal de las críticas del Partido Popular, asegurando que el Gobierno canario concedió la ayuda muy tarde, y solo tras renunciar a ella el Consejo Insular de Aguas de Lanzarote, circunstancia que dejó al municipio "sin tiempo material" para llevar a cabo la prolija tramitación que requieren los proyectos financiados con estos fondos.
El Ayuntamiento se presentó a la convocatoria de ayudas, publicada por el Gobierno regional el 14 de agosto de 2014. En ese tiempo era concejal de Aguas el popular Martín Muñoz y se solicitaron dos subvenciones, para sendos proyectos elaborados por Emalsa que tenían como objetivo la sustitución de materiales en los módulos de desalación de Las Palmas III, según figura en el informe del pasado mes de mayo de la extinta Intervención de la compañía mixta. En el mismo informe se aclara que los proyectos quedaron en "los dos penúltimos puestos de la lista de reserva, pues obtuvieron puntuaciones muy bajas del comité de selección, al no haber aportado las auditorías energéticas" solicitadas. "La falta de voluntad de la concesionaria para abordar las auditorías energéticas relegó los proyectos a los últimos puestos", sostiene.
Al renunciar Lanzarote, el Gobierno decide conceder la ayuda el pasado mes de abril y la Concejalía de Aguas se pone manos a la obra, pero según Santana se decidió renunciar a la subvención, "a propuesta del servicio técnico". Sin embargo, el concejal del Partido Popular, Ángel Sabroso, consideró inadmisible en el último pleno la pérdida de una inversión de 1,32 millones -cantidad que hubiera elevado la inversión a casi 1,6 millones con la aportación de 238.000 euros por parte del Ayuntamiento- "y menos para Las Palmas III".
"El Ayuntamiento consigue esa subvención y la explicación que da para renunciar en septiembre pasado a ese dinero es que no se han podido hacer los trámites, después de que el Gobierno haya estado diciendo que iba a pelear para conseguir ayudas públicas", criticó Sabroso.
