El Consistorio capitalino planea una ciudad inteligente para 2018, que aplica las tecnologías, como por ejemplo la instalación de sensores, para hacer que sus infraestructuras y servicios sean más interactivos y eficientes. Por ello, según relató Aridany Romero, concejal de Administración Pública, el Ayuntamiento ha solicitado la cofinanciación para el desarrollo de ciudades inteligentes a través de la entidad pública empresarial Red.es, adscrita al Ministerio de Industria, Energía y Turismo. El Consistorio ha solicitado una ayuda de ocho millones de euros que se repartirán en once actuaciones. El edil aseguró que el Ayuntamiento "tiene muy claro lo que quiere para la capital grancanaria", por ello aunque no consiga la financiación en febrero del año que viene, el Consistorio continuará con el proyecto para una ciudad inteligente. "No se va a quedar en el cajón olvidado si no conseguimos la ayuda del Ministerio", comentó Romero.
La iniciativa se presenta bajo el nombre LPA Inteligencia Azul, y la primera de las medidas es crear un CRM Ciudadano (de sus siglas en inglés: Citizen Relationship Management), que moderniza la relación entre la Administración y el ciudadano, "haciéndola más ágil", explicó Romero. El CRM es la herramienta central de acceso a la información de cada ciudadano, y supone 700.000 euros del presupuesto. Además, el Ayuntamiento podrá informar directamente de incidencias derivadas de obras públicas que le afecte o notificarle plazas de guardería cuando un hijo llega a la edad adecuada.
Otra de las actuaciones es el pago inteligente en transporte público y la priorización del mismo dentro del colectivo urbano. Gracias a esta medida, que supone un millón de euros, se podrán pagar con tarjetas sin contacto o smartphone y las guaguas tendrán prioridad semafórica a través de un software que determine el instante en el que se aproxime al cruce y se modifiquen los tiempos del regulador del semáforo.
Plazas de parquin inteligentes, otra de las actuaciones dentro de LPA Inteligencia Azul, supondría otro millón de euros para una gestión de las plazas. "Lo importante no es solo saber dónde hay huecos libres", comentó Romero, "sino el big data que se crea". El edil sostiene que gracias a estas implantaciones no solo se consigue una ciudad más eficiente con sus ciudadanos y el medio ambiente, sino que se puede conocer los hábitos de conducta de los mismos.
Para la joya de la corona de la ciudad, la playa de Las Canteras, se creará un cuadro de mando Smart Beach, que incluye una transformación de los servicios que la gestionan, incorporando la sensorización para optimizar los recursos en función de los datos obtenidos. Romero aclaró que esta medida mejora la limpieza y recogida de residuos, la gestión del aparcamiento y del transporte público para llegar a la playa, y hasta la retirada de arena cuando sea preciso, entre otras acciones.
Otra intervención que se plantea es la gestión inteligente de la red de saneamiento. Así se podrá elaborar una estrategia a reducir fugas, los vertidos al mar, las fuentes de contaminación y la reutilización de las aguas residuales regeneradas. Asimismo también instalará sensores para una gestión inteligente de parques y jardines, como ya sucede en el Juan Pablo II. "De esta manera si llueve los riegos se detienen automáticamente", describió Romero. Finalmente, se construirá la Plataforma Ciudad Smart, donde se orquesta y maneja el desarrollo tecnológico de todos las actividades inteligentes y se almacenan los servidores y hardware, con un coste de 1,5 millones de euros. "Este será el Gran Hermano de los servicios públicos que gestionamos desde el Ayuntamiento", explicó el edil, que se mostró optimista y aseguró que la ciudad será una Smart City en 2018.
