El entrenador de fútbol sala José Ángel González Fernández, conocido como Camacho, deberá cumplir de manera obligatoria un "programa de educación sexual para pedófilos", según el acuerdo negociado con el Ministerio Fiscal.
Ese programa de reeducación sexual tiene una duración de dos años por cada uno de los tres delitos graves que ha admitido ante el ministerio público. No es la única medida de libertad vigilada que interesa el fiscal. Tampoco podrá acercarse a las víctimas y, sobre todo, estará inhabilitado durante 25 años para ejercer cualquier actividad que implique la custodia y el cuidado de menores. Eso, en la práctica, impedirá que González Fernández, de 41 años, vuelva a entrenar en las categorías infantiles del fútbol sala después de que cumpla la pena de cárcel u obtenga la libertad condicional, pues estará sujeto aún a esa medida de vigilancia.
Asimismo ha aceptado pagar indemnizaciones de 50.000, 70.000 y 60.000 euros a las tres víctimas principales de sus abusos, con las que mantuvo relaciones sexuales completas entre 2011 y 2012, según su confesión de los hechos.
A los otros cinco perjudicados les indemnizará con 1.000 euros a cada uno por toquetearles los genitales en el vestuario, con la excusa de practicarles masajes tras los golpes recibidos en los partidos o en los entrenamientos. El Club Deportivo Timadafe, natural de la capital grancanaria, se hará cargo del abono de esas cantidades si Camacho carece de recursos para afrontar esa deuda, con la que debe resarcir los daños morales causados a los menores, según reclama el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales. El acusado se aprovechó de su condición de entrenador para acceder a las víctimas y doblegar sus voluntades.
