Los empresarios del Mercado Central cuentan ya con un nuevo proyecto para transformar la planta alta en un centro de venta y degustación, una renovación en profundidad que quieren iniciar cuanto antes y cuya puesta en marcha sólo está pendiente de encontrar a un inversor que esté dispuesto a gastar cuatro millones de euros, el coste que tendrá la reforma en profundidad del espacio alimentario. Este es el segundo intento, después del fracaso de la puesta en marcha de un proyecto impulsado el pasado año por un grupo de empresarios locales, que quedó en nada, debido a la imposibilidad de alcanzar un acuerdo económico sobre el traspaso de los puestos con siete concesionarios.
El gerente del Mercado Central, Fernando García, explica que a raíz de los problemas surgidos con la anterior iniciativa, los comerciantes decidieron tomar el toro por los cuernos, encargar ellos mismos el proyecto de renovación, que ya han presentado al Ayuntamiento y con el que pretenden reactivar la actividad del recinto, a través de la instalación de locales de copas y tapas, al estilo del Mercado de San Miguel o el de San Antón, en Madrid.
El aspecto más espectacular del proyecto reside en el jardín aéreo que se quiere hacer en la cubierta del edificio, que incluye una lámina de agua y juegos infantiles, así como una área de descanso, visible desde los edificios de los alrededores. Las condiciones de los traspasos ya están definidas y el inversor interesado en la renovación, tendrá que aceptarlas, para evitar que surjan nuevos problemas. García aclara que si los empresarios que plantearon el primer proyecto, se interesan por este segundo, se les dará prioridad frente a otros, pero tendrán que aceptar las condiciones acordadas por la cooperativa, que ha asumido "el rol de promotor" para evitar una nueva parálisis del proyecto de reforma. "Tratamos de darle al inversor el proyecto resuelto y las garantías jurídicas para que pueda desarrollarlo sobre la marcha y sin problemas. A partir de enero, empezamos a buscar inversores", aclara. También se está trabajando, añade, en la "búsqueda de una solución global para que todos los comerciantes de la planta alta se queden satisfechos, bien reubicándolos en la parte baja, o incluso, en la alta. O bien, dándoles una cantidad de dinero".
El proyecto, añade el gerente, "implica la remodelación no sólo de la planta alta, sino de la totalidad del mercado. Ya hemos empezado a reformar la planta baja, con algunos puestos. Queremos un concepción integral de todo el mercado, con el cambio de la pintura y la remodelación de los puestos". De hecho, ya se ha producido el lavado de cara de varios puestos con la instalación de paneles blancos, realizados con materiales lisos, que faciliten la limpieza, y den luminosidad. "Se busca darle un aspecto más luminoso y más limpio. Queremos que la gente entre y se encuentre con un mercado tradicional y muy bonito, con mucha iluminación", destaca Fernando García, quien resalta que el diseño de las dos plantas, la de los puestos de venta tradicionales y las de los locales de degustación van a tener una misma línea cromática y de diseño.
En palabras del empresario, todos los concesionarios "están convencidos de la necesidad de remodelar y darle una nueva imagen, la que debe tener " un negocio de alimentación tan importante y con tanta solera como el Mercado Central, que fue inaugurado el 18 de julio de 1958, hace más de 57 años.
Los locales de degustación en la planta alta ocuparán un espacio de 800 metros cuadrados, algo más de una tercera parte de los 2.500 metros cuadrado de superficie que tiene. El resto estará ocupado por las zonas comunes, donde se instalarán las mesas y sillas para los clientes. "Queremos hacer algo parecido al Mercado de San Antón o de San Miguel. La gente comprará los productos y luego se sentará donde quiera", afirma el gerente. En total, hay espacio suficiente para instalar entre 20 y 35 locales, dependiendo del tamaño de los módulos que se instalen. García destaca la puesta en marcha en la cubierta de la azotea de una sala de exposiciones y otro espacio dedicado a ludoteca, donde se puedan desarrollar, por ejemplo, talleres de cocina, de nutrición saludable, entre otras actividades. Para adaptarse a la nueva actividad del mercado, el Mercado Central tiene previsto ampliar su horario comercial hasta las 20.00 horas, de lunes a viernes, y hasta las 15.00 horas los sábados y festivos a partir del próximo 4 de enero.
La remodelación del mercado se completará con la recuperación del mural que pintó en su día Pepe Dámaso en la fachada y fue tapado por alguien. El propio artista se ha ofrecido a rehacerlo a partir de los bocetos que tiene guardados y volverá a lucir en la fachada del nuevo mercado.
