La Provincia - Diario de Las Palmas

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Las ciudades portuarias rivalizan en inversiones para captar más cruceros

Las capitales canarias inician una carrera contra el reloj para ser más atractivas y 'enamorar' a los pasajeros - La gastronomía y los museos son su mayor déficit

Actividades de ocio junto al muelle de cruceros de Las Palmas de Gran Canaria.

Una misma imagen ha cerrado y abierto el año en las principales capitales canarias: la simultánea llegada de tres, cuatro y hasta cinco grandes buques de cruceros en sus respectivas estaciones portuarias. Miles y miles de pasajeros han desembarcado, todos a una, entre diciembre y principios de este enero, inundando de turistas las calles de Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife y Santa Cruz de La Palma. Incluso Arrecife de Lanzarote, pese a los puntuales desvíos causados por el temporal, se ha beneficiado de esta bendita lluvia de cruceristas.

El fenómeno no se produce solo en Canarias: el turismo de cruceros crece en todo el mundo a una media del 4,5%. Es, con diferencia, el segmento turístico que protagoniza mayores crecimientos. Se redistribuye además geográficamente hacia áreas hasta ahora poco desarrolladas, como Asia y Australia. Aunque sigue focalizándose en dos zonas especialmente atractivas para los cruceristas: el Caribe y el Mediterráneo. De hecho, dos de cada tres barcos de cruceros navegan por aguas de las Antillas o de Europa.

En este mercado mundial, España ocupa un lugar de honor: cuatro de sus principales puertos se sitúan entre los top 50 mundiales en turismo de cruceros. Barcelona es el indiscutible líder europeo, por encima incluso de sus competidores italianos y otros puertos mediterráneos. Y le siguen los puertos insulares tanto de Baleares como de Canarias, que en el último lustro ha multiplicado por dos la llegada de cruceristas.

El año del despegue en las Islas podría fijarse en el 2012, aunque el ritmo de llegadas no ha sido homogéneo. Así, el Puerto de Santa Cruz de Tenerife ha sido más constante y progresivo en su captación de pasajeros, salvo el pequeño bache que le supuso perder en 2013 su calidad de puerto base a favor del Puerto de Las Palmas. Éste, por su parte, ha avanzado de forma más irregular, con años de caída como el de 2006 y repuntes significativos en 2008 y 2011. También Santa Cruz de La Palma y, sobre todo Arrecife, han avanzado de forma importante en los últimos años. Todos muestran, en definitiva, un serio potencial para convertir a los cruceros en su gran activo turístico y un motor de su reactivación como destinos urbanos.

Las dos autoridades portuarias de Canarias y sus respectivos ayuntamientos capitalinos son muy conscientes de esta realidad y rivalizan, de forma sana y muy activa, en captar el mayor porcentaje posible de esta creciente cuota de visitantes. Esta carrera contra reloj en la que se hayan inmersas las ciudades-puerto de las Islas tiene dos metas: por un lado, la mejora de las infraestructuras portuarias necesarias para atender a los pasajeros y sus navieras; y, en segundo lugar, la creación de atractivos complementarios a los existentes en la ciudad para satisfacer las exigencias de los cruceristas en tierra.

El anzuelo de Las Palmas

A la primera meta se van acercando en este 2016 gracias a un esfuerzo inversor que va desde la mejora de las estaciones de cruceros en sí y sus conexiones con la ciudad, hasta la puesta en marcha de proyectos adyacentes. Y compiten tanto con financiación pública como tratando de atraer y captar inversores privados.

Las Palmas de Gran Canaria inició el cambio en la anterior legislatura con al estrecho entendimiento entre su ex alcalde y el presidente de la Autoridad Portuaria. El tándem Cardona-Ibarra proyectó avanzar en la conexión puerto-ciudad a través de diversas iniciativas que, con más o menor agilidad y acierto, se han ido haciendo realidad. La ampliación del dique de pasajeros y el aumento de su calado para acoger grandes cruceros ha sido uno de los objetivos cumplidos a finales del pasado año. Los 4,4 millones invertidos son sólo una parte de las restantes obras y proyectos que se han puesto ya en marcha o se han proyectado para mejorar, sobre todo, la conexión con la ciudad.

El proyecto clave de esta reactivación, con la recuperación del entorno del Parque Santa Catalina como pulmón turístico -como antaño-, será el acuario de la familia Kiessling. La inversión superará los 22 millones de euros para dotar a la ciudad de una oferta de ocio de primer nivel, que es una de las principales carencias que detectan las encuestas de satisfacción que se realizan a los turistas. La ciudad confía en que el acuario será, en definitiva, el anzuelo que le permita recuperar el liderazgo turístico que tuvo hasta que la panza de burro desvío sus turistas al sur.

La accesibilidad del puerto a la ciudad es uno de los aspectos ya más valorados por los cruceristas que llegan a la capital grancanaria, según las estadísticas de Promotur. En sus criterios de valoración del 1 al 10, puntúa un 9; por el contrario, la degustación gastronómica y la disponibilidad y calidad de sus museos apenas recibe la nota de un 5,4 y 5,9 respectivamente. La mayoría de cruceristas que llega a la capital grancanaria pasea por ella (62%) y solo el 18% opta por visitar el interior de la isla.

Este análisis por perfiles permite constatar las similitudes y diferencias con que los pasajeros perciben las distintas ciudades canarias. Así, las carencias en gastronomía y en ocio son comunes, pero no la opción por la que optan cuando bajan del barco. Así, al llegar a Arrecife, más de un 13% opta por realizar una excursión al Parque Nacional de Timanfaya. La opción no se emula en Tenerife, donde las distancias que les separan del Teide suponen un gran handicap dada la escasez de tiempo con que cuentan para recorrer la ciudad. La mayoría opta igualmente por permanecer en Santa Cruz de Tenerife, aunque un 9% sí se desplaza hasta el Puerto de la Cruz.

La oferta de naturaleza, comercial o de ocio son, en definitiva, las que están en el punto de mira de las instituciones canarias, en su apuesta por hacer más atractivo el destino y conseguir fidelizar así a los turistas con el destino: "Tenemos que conseguir que los cruceristas se enamoren de la ciudad en las horas que están en este puerto antes de coger de nuevo el crucero para volver", ha señalado Luis Ibarra. De hecho, hasta el 83% de los pasajeros muestra su interés y disponibilidad por volver a la ciudad que visitan.

Arrecife lo está intentando con el remozamiento y modernización del Charco de San Ginés, en el que en apenas unos años se ha abierto una decena de establecimientos. Su puerto es el que más creció el pasado año porcentualmente y está en los 400.000 pasajeros. Su gran handicap es superar la imposibilidad de atracar que tienen los buques determinados días a consecuencia del viento, que obligó el pasado diciembre a desviar hasta cinco cruceros hasta otras islas a consecuencia del temporal. Un incidente que intensificó el pulso que mantienen las instituciones y la Cámara de Comercio con Las Palmas por autogestionar su puerto.

Tenerife, capital mundial

Santa Cruz de Tenerife, por su parte, va a vivir este 2016 dos hitos relacionados con el turismo de cruceros. El primero será la inauguración de la nueva estación, diseñada según las recomendaciones de las principales navieras y que, con una inversión de 2,1 millones, se anuncia como "la instalación de cruceros más moderna del Atlántico Medio". Además, acogerá en septiembre la más importante feria del sector cruceros en Europa, Seatrade Cruise Med, cuya celebración se prevé traiga a la Isla a unos seiscientos delegados de empresas del sector y un movimiento asociado superior a los cuatro mil visitantes. Su director general Andrew Williams dijo, durante la presentación del evento, estar "asombrado" por el ánimo y trabajo que ha desarrollado Puertos de Tenerife para conseguir la celebración de este importante encuentro que trata estrictamente "de la promoción del turismo de cruceros". Y adelantó una previsión de asistencia de representantes de hasta doscientos puertos de destino, seiscientos conferenciantes, doscientas navieras y las autoridades que "toman las decisiones" en dicho sector.

Estas iniciativas de las administraciones portuarias y municipales canarias son, sin duda, imprescindibles para fortalecer la oferta de cruceros de las Islas en el mercado internacional. La firme apuesta de todas y cada una de ellas permitirá, en definitiva, hacer frente a la competencia de destinos pujantes como Cuba, que van a reforzar aún más el área del Caribe.

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