El barrio de Divina Pastora, en frente del parque de Las Rehoyas, verá desaparecer las barreras arquitectónicas que amargan la existencia de muchos residentes, a partir del próximo verano. El Ayuntamiento prepara un plan de mejora y accesibilidad, en el que se incluye también el rebaje de bordillos, la pavimentación y ensanche de las aceras y el asfaltado de calles.
El proyecto, que ya está elaborado por los técnicos de Urbanismo, contempla también el arreglo del muro de contención que está dentro de la urbanización y que se encuentra en muy mal estado. Una parte del muro está rodeada con una valla desde hace más de un año, tras sufrir un derrumbe. Una parte de la pared será reconstruida y reforzada. Además, se mejorará la conexión con la carretera de Mata.
Las obras contemplan una inversión de 241.723 euros y el Ayuntamiento está pendiente de que el Cabildo de Gran Canaria apruebe el Plan de Cooperación, en el que la actuación está incluida, para sacarlo a concurso. El primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Javier Doreste, explica que el gobierno municipal pretende iniciar los trabajos a finales de mayo o principios de junio, como muy tarde.
Serán las primeras obras en muchos años que se hacen en el barrio, en el que viven cerca de 2.000 personas repartidas en ocho bloques. Rosa Ramos, la presidenta de la asociación de vecinos de La Unión-Divina Pastora se queja de que el barrio está abandonado. "Con la excusa de que se trata de una urbanización privada, los diferentes gobiernos municipales nunca han querido hacer nada y el barrio cada vez está peor. Hay muchísimos problemas", resalta Ramos. "La última vez que hicieron algo en esta zona, fue en la época de Soria, que nos pintaron los bloques. Desde entonces, nada", afirma.
El asfalto de las calles y las aceras registran un alto grado de deterioro y hay zonas completamente inaccesibles, con aceras que sólo tienen 50 centímetros de ancho, circunstancia que además de ser un peligro para los peatones, incumple la normativa de accesibilidad.
Los presidentes de todos los bloques se reunieron el pasado septiembre con el concejal de Urbanismo, al que plantearon todos los problemas que tiene el barrio, cuyas barreras condenan además a muchas personas mayores, que tienen problemas para moverse, unas barreras que se multiplican en una zona repleta de escaleras.
"Una vez que se hagan las obras, ese barrio va a ser completamente accesible", asegura Doreste, que añade que el proyecto saldrá a concurso en cuanto el Cabildo apruebe el Plan de Cooperación de este año.
Las aceras serán ensanchadas, se arreglarán las rampas y se adaptarán a la normativa. También se instalará pavimentación especial para personas invidentes. Se asfaltará la Calzada Lateral del Norte y también las calles de acceso a las viviendas, zonas de carga y descarga y los aparcamientos. En las zonas donde es posible, se ensancharán las aceras a costa de asfalto y, en otras, se eliminará parte de las zonas ajardinadas para convertirlas en aceras que cumplan con la normativa vigente.
Rosa Ramos añade que las escaleras de la urbanización, que tiene más de cuarenta años de antigüedad, "están rotas y en muy mal estado y el pavimento se encuentra hundido.
Los vecinos, explica, se cansaron de pedir al Ayuntamiento que por lo menos pusieran una rampa, "Pero siempre la respuesta era la misma. La urbanización es privada y no podemos hacer nada", indica la dirigente vecinal que aclara que al mal estado de las escaleras se añade su estrechez. "Yo espero que ahora por fin nos hagan caso y arreglen toda esta zona", dice. Doreste se reunió hace una semana con los vecinos, para explicarles el proyecto. "Los vecinos no se lo creen. Están muy contentos y esperando que empiecen las obras. Cuanto antes, mejor", destaca Ramos.
