El alcalde de la capital grancanaria, Augusto Hidalgo, expresó ayer su respaldo tanto al concejal de Movilidad, José Eduardo Ramírez y al consejero delegado de Sagulpa, Octavio Cantero, y pidió "cordura" a los trabajadores que ayer decidieron tumbar el preacuerdo alcanzado por sus representantes y siguen adelante con la huelga.
"No nos fiamos de que ese acuerdo que, en principio no es malo, se vaya a cumplir. Tememos que ocurra lo mismo que el mes pasado y lo acordado quede en papel mojado", argumentaron los trabajadores que condicionan su vuelta al trabajo a la dimisión de Cantero.
Las protestas de los trabajadores, concentrados durante toda la mañana en la plaza de Santa Ana, estuvieron presentes durante la celebración del pleno municipal, al que acudieron los representantes del comité de huelga con la esperanza de encontrar un interlocutor en el gobierno Tripartito que permitiera una salida a un conflicto cada vez más enquistado. "Alcalde escucha, Sagulpa en lucha"; "Octavio Cantero, no seas usurero" ;"Sí se puede" o "alcalde, dimisión", fueron los gritos coreados a lo largo de toda la mañana. Hubo momentos en los que era imposible escuchar a los concejales debido a la escandalera.
El concejal José Eduardo Ramírez. sostuvo ayer que "la pelota está ahora en el tejado de los trabajadores". "Los primeros sorprendidos de que se haya mantenido la huelga somos nosotros, después de que anoche [por el pasado jueves] llegáramos a un principio de acuerdo con sus representantes y desconozco las razones del rechazo", sostuvo Ramírez, quien aseguró que se han aceptado la mayoría de las peticiones de los empleados "más otras nuevas que plantearon en la negociación de ayer, como la estabilidad de los trabajadores y la subida en un 15% del sueldo de los controladores" de la zona azul, los que peores condiciones tienen. "Nos hemos comprometido además a buscar otras fórmulas a través de complementos e incentivos, en el caso de que no sea posible legalmente establecer esa subida. No entiendo la desconfianza", se quejó Ramírez, que al igual que el alcalde reprocharon a los empleados que no se pusieran en huelga cuando el anterior alcalde les recortó "todos los derechos laborales que ahora pueden recuperar".
En cuanto a la petición de dimisión de Cantero, tanto Ramírez como Hidalgo consideraron que los trabajadores no pueden decidir quien es el consejero delegado de una empresa. "La continuidad de Octavio Cantero", recalcó Hidalgo, "es incuestionable. Ellos no pueden decir quienes son los representantes de la empresa. Están muy mal asesorados, porque se les ha dado absolutamente todo lo que han pedido. ¿Por qué no hicieron huelga cuando les quitaron esos derechos?. Es el mundo al revés".
Por el comité de empresa, Carlos Báez, aseguró que es falso que se contemple subir un 15% el salario base de los controladores de la zona azul, ya que ese aumento proviene del plus de productividad, que nos han impuesto para que denunciemos más, que desaparecería y pasaría a formar parte del sueldo. "Ese acuerdo no garantiza nada y me temo que no se va a poder a llegar a acuerdos porque hay un bloqueo permanente por parte de la dirección de la empresa. Estamos dispuestos a volver a sentarnos en cualquier momento para que el martes no haya huelga", dijo Báez, mientras José Jiménez, otro representante, aseguró que "el personal ya está harto de promesas. Llevan seis meses prometiendo cosas que luego no se cumplen. No nos fiamos del consejero delegado y pedimos su dimisión porque ya ha habido represalias". La edil de Ciudadanos, Beatriz Correas, pidió a Ramírez que intentara llegar a un acuerdo con los trabajadores, algo que también reclamó Unidos por Gran Canaria . "Lo que no entendemos es por qué se ha tenido que llegara esta situación. Lo que no se ha arreglado en seis meses no se puede intentar ahora resolver en seis horas", afirmó Correas, mientras los huelguistas la aplaudían, algo que fue criticado por el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, que les echó en cara: "Parece mentira que los trabajadores aplaudan a C's". El portavoz del Partido Popular, Juan José Cardona, acusó al Tripartito de no "gestionar bien la salida al conflicto". Los trabajadores esperaron a la salida de las Casas Consistoriales para hablar con Hidalgo, pero fue en vano.
