El parque Santa Catalina contará el próximo verano con un nuevo hotel emblemático de 21 habitaciones. El empresario canario Luis Cabrera Suárez pretende que el alojamiento esté listo para la apertura del Acuario Poema del Mar. Se llamará Acuario y los motivos marinos presidirán la decoración interior del hotel, que se instalará en tres edificios protegidos de tres y cuatro plantas, con fachadas al parque Santa Catalina y la calle General Vives. El dueño de los edificios invertirá cerca de dos millones de euros, entre la compra de los inmuebles, la obra y el equipamiento.
Las tres casonas, que fueron construidas a principios del pasado siglo, serán rehabilitadas y unidas para crear el nuevo alojamiento, tras obtener el permiso del Ayuntamiento, que ha condicionado la licencia al respeto de las fachadas. El promotor del hotel se metió en esta aventura animado por el incremento en la llegada de turistas que registra la ciudad desde hace varios años, un aumento que se espera que aumente con la apertura del Poema del Mar el próximo mes de junio.
El director de la obra, el arquitecto Eduardo Sáenz, sostiene que el proyecto "respeta las fachadas, así como el esquema principal de la distribución espacial interior. Se han eliminado dependencias pequeñas y liberado espacio para darle una mayor amplitud y mejores condiciones para el uso hotelero que va a desarrollar".
Sáenz recuerda que los tres edificios funcionaron inicialmente como alojamiento para los visitantes que llegaban a la ciudad a través del Puerto de La Luz, por lo que el uso de los inmuebles vuelve ahora a sus orígenes. "De hecho, el esquema de distribución está basado en una serie de habitaciones muy parecidas que dan a un pasillo central, por lo que se adapta muy bien al nuevo uso", aclara el arquitecto. Después de una limpieza a fondo de los inmuebles, que se encontraban abandonados e invadidos por las palomas, la promotora y constructora Cristóbal Ortega ha iniciado esta semana las obras de rehabilitación.
Los operarios han tenido que retirar una enorme cantidad de excrementos de paloma que se acumularon durante años en las casonas abandonadas. "Los edificios estaban fatal, llenos de podredumbre. El excremento de las palomas había alcanzado varios centímetros de altura en el suelo, lo que constituía un grave foco de infección. Hace diez días se limpió todo", informa Sáenz. Los primeros trabajos están abordando ahora el refuerzo de la estructura y las estructuras de los techos. "Los forjados que se hicieron en su día no son lo suficientemente sólidos, por lo que ahora habrá que ponerle una estructura metálica que sujete y garantice la estabilidad para garantizar la seguridad de los usuarios", indica Sáenz, quien resalta que los techos se encuentran en muy mal estado, oxidados y hundidos por todas partes".
Según el arquitecto, las habitaciones serán "diferentes, amplias, luminosas y con un diseño de interiorismo activo y fresco, muy relacionado con el nombre del hotel". Las estancias tendrán 26 metros cuadrados. El autor del proyecto pretende que el hotel se integre en el parque y aumente el valor de la zona turística. Una parte de la azotea se transformará en un solárium de madera y se aprovechará parte del espacio para instalar más habitaciones. Los tres edificios fueron adquiridos en 2014 por Luis Cabrera, con el objetivo de iniciar la rehabilitación a principios de este año, pero la tramitación de los permisos retrasó las obras. Urbanismo justificó el retraso de la licencia por la necesidad de subsanar una serie de errores que aparecían en el proyecto. Finalmente, el Ayuntamiento dio luz verde a la obra hace más de un mes. En la planta baja de las casonas seguirán funcionando las terrazas del parque, entre ellas la de Lolita Pluma. El Acuario se convertirá en el segundo hotel del parque Santa Catalina. Desde hace varios años abrió sus puertas el hotel boutique Bed and Chic, también en la calle General Vives, que ha ampliado sus instalaciones con la rehabilitación de otro edificio anexo, situado en la esquina con la calle Ripoche.
