Más de 11.000 palomas han sido capturadas en lo que va de año por el Servicio de Salud Pública del Ayuntamiento para controlar la población de estas aves urbanas que tantos problemas originan en algunos puntos de la ciudad. Así se indica en un estudio de dicho departamento que fue entregado ayer a los medios de comunicación durante la captura de una treintena de columbas livia en la plaza de Santo Domingo con el sistema de la red cañón, uno de los métodos más eficaces para atraparlas. Su captura, que realiza una empresa privada, cuesta al Consistorio 3.000 euros al trimestre.

La paloma bravía es la columba livia que mejor se ha adaptado a la vida urbana, según se indica en el catálogo de la organización para la conservación de la naturaleza SeoBirdlife. "Se trata del ancestro silvestre de la paloma doméstica, con la que se híbrida frecuentemente por tratarse de la misma especie. De ahí la dificultad para distinguir entre ambas variedades o saber si son silvestres o cimarrones".

Aunque los roqueros y los acantilados son su espacios predilectos, las palomas se han adaptado fácilmente a los edificios, farolas y árboles de la ciudad, donde crían durante todo el año, y constituyendo una verdadera plaga tanto por sus efectos nocivos para la salud, como el coste económico que supone la limpieza de sus defecaciones en monumentos, calles, mobiliario urbano, vehículos y otros elementos, así como los inconvenientes que produce a los vecinos por su suciedad y arrullos. La plaza de Manuel Becerra, el parque de San Telmo o Santa Catalina son algunos de los lugares de la ciudad donde más anidan.

Este miércoles se capturaron más de una treintena de palomas en la plaza de Santo Domingo a través de una red cañón, uno de los métodos que se utiliza para la reducción de la población de palomas y tórtolas en la ciudad.

Junto a esta fórmula, que da muy buenos resultados ya que se consigue atrapar a un buen número de ejemplares atraídos por el millo que se les pone como cebo y que se utiliza en 50 puntos de la ciudad, se usan también jaulas trampa.

Las jaulas portátiles se instalan preferentemente en azoteas y patios vecinales, mientras que las estática, de mayor volumen, están ubicadas en zonas como el parque Juan Pablo II y la azotea del hospital San José. También existen otros métodos disuasorios para evitar su anidamiento o pose como mallas invisibles o varillas que los particulares instalan en azoteas, pretiles, balcones y cornisas.

Las aves atrapadas por la red cañón, que se utilizan varias veces al mes, han logrado capturar a más de 200 individuos en la plaza de Manuel Becerra y en el parque de San Telmo, dos de los puntos de la ciudad donde es más fácil encontrarlas al abrigo de los árboles y por la facilidad de encontrar comida en el suelo.

En el lanzamiento que hizo ayer en la plaza de Santo Domingo, las palomas fueron recogidas vivas, aunque un tanto aturdidas por el golpetazo de la red. Los ejemplares, al igual que los que se recogen con los diferentes métodos, fueron enviados al servicio municipal de veterinaria donde se observa a los animales por si son transmisores de algún tipo de enfermedad. Aquellas que cuentan con una anilla son enviadas al Club de Colombofilia que hay en la capital y las sanas se sueltan, mientras que los enfermos son sacrificadas.

La concejala de Salud Ambiental, Inmaculada Medina, que estuvo presente durante la demostración de la captura con red, explicó que más del 90% de los ejemplares que caen en las trampas tienen enfermedades propias de la especie, mientras recordó a los vecinos que está prohibido dar de comer millo u otro tipo de alimentos a estas aves ya que lo que se consigue es que se estabilicen en un lugar al amparo de la comida. El pasado año se erradicaron un total de 9.281 individuos.