Los comerciantes de la calle Cano revelaron ayer que llevan desde el pasado lunes reclamando al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que limpie la vía peatonal de la zona comercial, tras la finalización de una obra que ha dejado el firme lleno de barro.
La demolición de dos casas en la histórica calle de Triana, finalizó el desescombro y, por tanto, el trasiego de camiones sobre los adoquines de la vía, pero han dejado huella. En torno a la obra, a la altura de los número 13 y 15, se observan lamparones de lodo seco, además de las marcas de las ruedas de los vehículos pesados que han estado realizando su labor.
Los comerciantes han avisado al Consistorio en contadas ocasiones, según confiesan, y ayer se presentó un inspector que tomó notas y sacó fotos, lo que, según los afectados, no es suficiente, puesto que el periodo que ahora se abre es precisamente el de mayor afluencia de clientes, al acercarse las fechas navideñas. "Mañana [por hoy] se encienden las luces de Navidad y viene el alcalde a Triana, pero no sólo existe la calle Mayor, también está el entorno", comenta un comerciante de la calle, que está preocupado por la mala imagen que puede dar la vía peatonal a los clientes que se acerquen hoy al llamado Black Friday.
El pasado mes, los propietarios de dos casas antiguas de la calle, situadas en los números 13 y 15, comenzaron a demoler las viviendas. Al parecer, no estaban protegidas, por lo que el Ayuntamiento decidió dar la licencia de obra. Las casas aparecen datadas en la documentación como del siglo XVII y tenían un aspecto vetusto, pero sencillo. La Asociación de Vecinos Triana-San Telmo y la Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico de Canarias (Depaca) optaron por denunciar la demolición de las dos viviendas ante la Fiscalía de Las Palmas, al considerar que las licencias deben estar paralizadas por la reforma del Plan de Protección Vegueta Triana.
El derribo ya ha terminado, pero ha dejado un molesto rastro de barro en el adoquinado.
