Los buques Thomson Majesty y AIDAsol tienen planeado que sus pasajeros entren en el nuevo año con la visión de la bahía de Las Palmas de Gran Canaria en sus retinas. La concejal de Cultura de la capital, Encarna Galván, reveló en el pasado pleno que realizó gestiones con la Autoridad Portuaria para que consiguiera evitar que los cruceros partan de La Luz antes de que toquen las campanadas, como sucedió la pasada Nochevieja.
En el cambio de año pasado la falta de presupuesto impidió a la capital organizar, como era costumbre, un espectáculo de fuegos artificiales en La Puntilla, en Las Canteras. Sin embargo, el Consistorio ha decidió en esta ocasión utilizar para ello el dinero que no se gastó del llamado IBI social. Sólo 5.165 personas se han acogido a la bonificación de la contribución, lo que ha derivado en un remanente de 1,2 millones de euros. De este montante, la mayoría destinado a actos culturales y eventos como el concierto de Ricky Martin, 40.000 euros se utilizarán la noche de las campanadas.
El pasado año ningún crucero hizo noche en el muelle Santa Catalina. Aunque algunos tenían programada su llegada para el 31 de diciembre, luego, alrededor de las 22.00 horas, abandonaron la capital.
La intención del Consistorio, según Encarna Galván, es que la ciudad ofrezca un programa atractivo a los turistas, tanto de los grandes barcos, como de los hoteles que cuelgan el cartel de completo, para que quieran realizar esa escala tan especial el día en el que comienza un nuevo año. Esta iniciativa se suma a las estrategias que se plantea el Ayuntamiento para fidelizar a los visitantes que deciden pasar sus vacaciones en Las Palmas de Gran Canaria.
En el programa previsto para la Nochevieja, aparece un espectáculo de fuegos artificiales y de luz y sonido cuanto el reloj marque las doce de la noche. Los voladores saldrán desde el parque Santa Catalina, no desde la playa de Las Canteras, con el fin de ser más visibles para los pasajeros de los cruceros.
